La situación de violencia de alto impacto que se genera por las disputas de territorios entres los diferentes cárteles, no solamente en Valle de Santiago sino también las demás ciudades, ha provocado directa o indirectamente enfermedades nuevas y fortalece las existentes.
Así lo explican los médicos entrevistados por Día 7, cuestionándoles si ha aumentado el número de pacientes que acuden a tratarse por secuelas de las balaceras en las calles de la ciudad.
Señalan que destacan dos formas de afectados: una es la de aquellas personas que tuvieron que presenciar todo o parte de las acciones de disparos de arma de fuego; y dos, las personas que escuchan los disparos, se enteran por los medios de comunicación y con pláticas entre familiares y vecinos.
En el primer caso, el de presenciar hechos, es el que más ha afectado a muchas personas.
En el segundo causa miedo, pánico inmediatamente en que se escuchan los disparos, generando alteraciones en el sistema nervioso y alteraciones en la mente.
Ahora bien, los efectos son más graves entre personas que padecen diabetes, hipertensión, o con problemas psicológicos. Ellos han resultado más agravados.
Y quienes no padecen estas enfermedades, resultan con alteraciones de su estado emocional, miedos, pánico, estrés, ansiedad, falta de sueño, quienes más resultan afectados van con el médico a buscar formas de tranquilizarse.
Consideran que en comparación de 2017 atrás, es decir, antes de la «temporada» fuerte de balaceras, a la fecha, 15 de cada 100 personas iba a buscar medios médicos tranquilizantes; pero ahora es 60 de cada 100 los que requieren.