YURIRIA.- Una pareja, hombre y mujer, que laboran como inspectores al servicio de la Secretaría de Salud, se están aprovechando de la situación que se vive con la pandemia, aplicando sanciones, multas además de clausura de pequeños establecimientos, cuyos dueños apenas venden algo para su deteriorada manutención.
Esta pareja no duda en clausurar tiendas de comida, en cambio, no son capaces de cerrar a los que violan flagrantemente las disposiciones, tal vez porque les dan algún regalo.
Lo cierto es que, por ejemplo el martes, estaban levantándole un acta a una pobre señora en el área del malecón, diciéndole que le clausuraban el negocio.
De ahí se fueron a otras tiendas, pero especialmente a las de bajos recursos.
Personas que los conocen dijeron que todo indica que esta pareja fue la que ordenó la suspensión del tianguis por segunda vez.
«Llegan con la documentación como arma, y les aplican todo el rigor, mientras que otros negocios de medianos a altos no les dicen nada», explican los testigos.