URIANGATO.- Gentes de corazón noble y humanitaria decidieron ayudar a la señora Vanesa, la cual tenía su casa de madera entre tablas y palos, sobreviviendo a las orillas de la ciudad.
Tras conocer su situación decidieron ayudarla con todo lo necesario para levantar cuando menos uno dos cuartos.
Aunque primero fue necesario el nivelar el suelo del lugar en donde vive.
Algunas personas se comprometieron con la maquinaria, otras con el
cemento, otros con diversos materiales, y hoy en día ella ve la construcción de algo que jamás hubiera imaginado ver, que es su casa, y por medio de la ayuda de gente desinteresada, y más que nada humanitaria.
Ella refrenda su agradecimiento a todos los que le han dado la mano.