JARAL DEL PROGRESO.- Repique de campanas del cercano templo de Santa Rita, las alegres notas de las bandas de música, el tam-tam de los tambores de las danzas autóctonas y el inconfundible olor a pólvora, fue el anuncio de la bajada de la Santa Cruz sobre la calle principal de la comunidad de Victoria de Cortázar, en medio de un ambiente festivo, contando con la presencia de Don Enrique Díaz Díaz, Obispo de la Diócesis de Irapuato quien hizo énfasis en el simbolismo de la Santa Cruz y su importancia en la misión redentora de nuestro señor Jesucristo.
El descenso comenzó a las 11 de la mañana. Para esos momentos, la calle principal de la comunidad de victoria de Cortázar en donde se realiza desde hace-según señalaron algunas personas que saben de la organización de estas fiestas-más de 200 años, esta festividad que con el paso de los años se ha convertido en una fiesta regional.
El tañer de campanas y la detonación de la pólvora, se mezclaba con los cánticos de cientos de personas que acompañaron a la Santa Cruz de Cristo, desde la entrada a esta comunidad hasta llegar al templo de Santa Rita. Un templo que fue insuficiente para dar cabida a la fe de todo un pueblo que se mantiene fiel a la Santa Cruz.
Durante el recorrido, era prácticamente posible transitar sobre la calle principal, debido a la gran cantidad de puestos que año con año, participan en la vendimia. Con infinita devoción, la gente que participa año con año en esta procesión, acompañó a la Santa Cruz hasta el umbral del Sacro recinto en donde con muchas dificultades, pudimos entrar.
Y en medio de cánticos de alabanzas, entró la Santa Cruz, en el momento culminante de estas festividades, ocupando el lugar principal en el altar, desde donde recibieron la veneración de aquellas personas que siguen adorando el símbolo de la cruz, que fue donde colgaron a Nuestro Señor Jesucristo y que desde entonces, representa un símbolo de salvación.