(Primera Plana).- Poniendo en peligro la salud pública, los comerciantes textiles de Moroleón, Uriangato y Yuriria nunca dejaron de trabajar regularmente y sin tomar medidas de prevención, ignorando la pandemia de COVID-19 que ha asesinado a cientos de miles de personas alrededor del mundo.
Así lo denuncian ciudadanos preocupados por esta amenaza y fuente inminente de contagio masivo, pues tanto los locales pequeños como los grandes, como la Plaza Textil Metropolitana de Moroleón, se encuentran violando todas y cada una de las disposiciones de la Declaración de Emergencia Sanitaria Nacional, expedida por el Gobierno Federal.
Esto justo cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador y el subsecretario federal de Salud Hugo López Gatell han anunciado que entre el 6 y el 10 de mayo se vivirá el peor momento de la epidemia en nuestro país, ante lo cual los locales de venta de ropa, que no se encuentran en la lista de actividades prioritarias, carecen de filtros sanitarios, y ni siquiera realizan medidas de higiene y sana distancia.
En estas localidades del vecino estado de Guanajuato, los locatarios y ambulantes parecen retar abiertamente a las autoridades, sin embargo estas brillan por su ausencia, comenzando por la Presidencia Municipal, pasando por el Gobierno de Guanajuato y terminando con el Federal, que a través de la Guardia Nacional administra el respeto a las disposiciones oficiales.
Por su parte, los comerciantes y productores del giro textil en Guanajuato, líderes a nivel nacional, argumentan que los programas de apoyos destinados a la protección de los pequeños negocios por medio de créditos, implementados por la administración estatal, nunca llegaron a ellos.
Mientras tanto, miles de habitantes de estos municipios siguen esperando la acción de las autoridades, en busca del bien común de la sociedad.