León, Gto.- Cada día es un milagro, el simple hecho de vivir, tener salud y trabajo, es motivo de agradecer a la Virgen de Guadalupe. Así lo dice el señor Sánchez, quien desde niño es devoto de ella y cada que le es posible, acude al Santuario a rezar y dar gracias por los favores recibidos.
Juan Sánchez tiene 62 años y es vecino de la calle Antillon en la colonia Bellavista. Desde niño sus padres le inculcaron el amor por la Morenita del Tepeyac y todos los días le agradece.
La devoción hacia la Guadalupana, aumentó luego de que hace cuatro años, le detectaran una bacteria en el páncreas y el personal médico lo declarara desahuciado.
Sin embargo su fe en virgen le ayudó y le salvó la vida, pues de estar en peligro de muerte, solo fue necesaria una operación en sus ojos, que aunque fue una intervención delicada, “de los males fue el menor”, dice el señor Sánchez.
Trata de inculcarle a sus hijos el amor por la Virgen de Guadalupe, sin embargo admite que es un poco difícil.