VALLE DE SANTIAGO.- A los fieles católicos devotos de la Vírgen de la Merced les dio tristeza el ver que el templo en su honor se encontró solo, desde las primeras horas del día, por la pandemia.
Las bancas fueron juntadas para impedir que se sentaran para hacer oración. Pese a que hubo misas, este 24 de septiembre, la gente prefirió no acudir para no presenciar la soledad en la que se tuvo que dejar a Nuestra
Señora de las Mercedes, que es el nombre correcto de esta versión de María madres de Jesús, Nuestro Señor. Sólo en la noche hubo algo.
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