El comentario es generalizado: «Ahora resulta que Ruth Tiscareño, la dirigente de San Luis Potosí que vino a Guanajuato delegada y en teoría venía a asumir un papel neutral para conciliar con las tribus priístas en pugna, por su cuenta se convierte en juez y se autonombra como candidata a diputada local por la vía plurinonminal.
Esto al lado de Alejandro Arias, que se convirtió en una especie de su socio, ambos se fueron con la mayor rebanada del pastelito priista, pues se auotcolocó como número uno de la lista de plurinominales locales.
«Aquí y en China eso es un descaro.
«Mire que en Guanajuato hemos tenido delegados del PRI que son de otros estados, que toman partido y entregan candidaturas a sus cuates en Guanajuato, levantan polvo y se vuelven insufribles.
«Pero lo que pasa con Ruth es un exceso. Por si algo faltara, un signo más de la decadencia priista.
«Ahora no sólo son foráneos los que toman las decisiones locales sino también quienes se quedan con las mejores posiciones».