PENJAMO.- Un preso decidió quitarse la vida colgándose de los barrotes de su celda, dentro del Centro de Readaptación Social de esta ciudad.
Tras recibir el aviso por parte de los otros presos, los policías fueron a ver qué pasaba, y rápido abrieron la puerta para descolgarlo, con el deseo de que aún estuviera vivo… pero ya había fallecido.
Así terminó su vida Noé Alejandro N., amarró ropa para hacer un “lazo”, y de la parte alta de la reja lo amarró, para por el otro extremo colocárselo en el cuello, y luego dejarse caer.
Pareciera que no podía lograr su propósito al quedar casi parado. Eso pensaron los policías que llegaron, pero el hombre sí había logrado su propósito.
No tuvieron más remedio que llamar al Ministerio Público de la Fiscalía para que tomara conocimiento del caso, se esperaba la llegada del SEMEFO.