JARAL DEL PROGRESO.- Le fue mal al oculista que daba servicio en el Jardín Principal, ofreciendo consultas a bajo costo: resulta que había pedido permiso para dejar su equipo y pertenencias en el interior de la base del kiosko.
Pero el miércoles por la mañana, cuando llegó para sacarlo, se encontró con que no había nada.
Primeramente vio el candado forzado, y luego adentro, no había nada, y entre los jardineros, dijeron que no vieron nada.
Por lo que el señor tuvo que irse hacia su lugar de origen.
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