YURIRIA.- Luego de que el año pasado se registró la máxima altura del volumen de aguas en la Laguna, los padres agustinos colocaron vallas para impedir la circulación en los caminos que están dentro de la Isla de San Pedro, haciendo esto como si la isla fuera de su pertenencia o jurisdicción.
Luego de que el nivel regresó a la normalidad, los visitantes locales y foráneos vieron las vallas que estos padres colocaron, y por lo tanto ya no se pudieron disfrutar de los diferentes puntos de recreo en la isla.
Las protestas se generalizaron y pronto llegaron «a oídos» del gobierno municipal, a quien reclamaban que sea quien sea, se regrese el libre tránsito en este lugar tan especial y de recreo que es la Isla de San Pedro, que no tiene dueño, pues es bien de la Nación.
Y tras las pláticas de avenimiento se llegó a la conclusión que los padres deben retirar las vallas en los caminitos, dejando sólo a los que llegan directamente a la capilla o templo.
Por su parte la Presidencia estableció un horario, tras del cual se debe desalojar la isla.
Se hablaba de que entre semana cerrarían a las 6 de la tarde y los fines de semana hasta las 9 de la noche.