(OEM).- El sacerdote Javier García Villafaña, quien desde el pasado 23 de abril fue asignado a la parroquia de Capacho en el municipio de Huandacareo, fue asesinado a tiros mientras conducía su automóvil cerca de esa localidad, sin que por el momento haya un solo detenido.
De acuerdo a la Fiscalía General del Estado (FGE), a las 19:00 horas del lunes se reportó el crimen cometido sobre la carretera Cuitzeo-Huandacareo, donde el religioso fue localizado en un auto Nissan Sentra con varios impactos de bala y presuntamente se le colocó una cartulina con un mensaje escrito, aunque eso no fue confirmado.
El personal de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen y Servicios Periciales (USPEC) realizó las actuaciones respectivas y trasladó el cuerpo al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para la necropsia de ley.
Aunque en un primer momento la Fiscalía no dio a conocer la identidad de la víctima, más tarde se supo que se trataba del padre católico. La parroquia de San Francisco Curungueo confirmó en redes sociales que el hombre asesinado era el párroco:
«Infórmanos que hoy a las 6 PM fue interceptado en la carretera el P. Fray Javier García Villafaña y falleció asesinado. Que en paz descanse el párroco de Capacho. Nuestro más sentido pésame a nuestros Agustinos», se lee en la publicación.
La Parroquia de Santa Ana Maya también se pronunció al respecto: «El Pbro. Jaime Oceguera Saldaña y toda esta comunidad nos unimos en oración por el eterno descanso de nuestro hermano Fray Javier García Villafaña, párroco de Capacho, Michoacán, quien el día de hoy ha partido a la Casa del Padre a gozar de su Gloria eterna».
La Arquidiócesis de Morelia colocó una esquela, en la que a nombre del arzobispo Carlos Garfias Merlos lamentan la muerte del sacerdote. La Conferencia del Episcopado Mexicano no se ha pronunciado al respecto y sólo compartió los mensajes de la Parroquia de Santa Ana Maya y la propia Arquidiócesis.
Por su parte, el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, dijo a los medios de comunicación que no había denuncias por amenazas al padre. “A la Secretaría no llegó ninguna petición de protección ni denuncia por parte de la Arquidiócesis”, sentenció