URIANGATO.- Uriangato era un pueblo eminentemente agrícola, antes de la creación de los talleres de ropa en los años 1980, pero la actividad que más se realizaba en cuanto a productividad era la crianza de cerdos.
«De aquí salían cientos de camiones repletos de puercos que eran llevados principalmente hacia la ciudad de México.
«Los corrales de don Luis Torres fueron los más emblemáticos, pues ocupaban una gran superficie de terreno, en lo que ahora es la Plaza de Toros y hasta el arroyo de los Amoles.
«Sin embargo, la mayoría de gente comenzó a dejar esa actividad y se metieron a la confección de ropa, desde que se crearon las máquinas cosedoras portátiles, que cualquiera podía usar, tanto en Uriangato como en Moroleón».