EL PAÍS.- La gama de violencias del crimen organizado en México parece no tener fin. Durante los últimos años las tácticas habían alcanzado cotas más propias de una guerra regular como la colocación de minas antipersona o drones armados con explosivos.
El último episodio de la sofisticación de los métodos criminales supera un nuevo límite y ha llegado esta semana desde Guanajuato.
En un vídeo publicado este sábado en las redes sociales se ve a un grupo de policías inspeccionando el interior de una casa donde hay un cadáver tirado en el suelo.
Las imágenes parecen venir de una cámara oculta situada dentro de la vivienda. La siguiente escena está tomada por una segunda cámara situada en la calle.
Al cabo de unos segundos se ve y se escucha una potente explosión en la casa con los policías dentro.
Las agentes que aguardaban fuera huyen del lugar y se escucha qué dicen: “¡Ya vámonos! ¡Es un bomba!”.
Se acaban de dar cuenta de que les han tendido una emboscada.
Las imágenes recuerdan más a una estrategia terrorista o una escena de una película de guerra.
El efecto es aún mayor porque el metraje del vídeo va acompañado de un texto en letras grandes que explica las fases de la emboscada.
“Como un relojito”, aparece escrito en la pantalla mientras los policías están dentro, como para avisar al espectador que el objetivo ha caído en trampa y van a hacer explotar la bomba por control remoto.
Y tras la explosión, otro aviso: “Recuerden que todo Guanajuato tiene dueño”.