POR LUIS MIGUEL ALCÁNTARA Y ROSENDO LÓPEZ
TOMADO DEL LIBRO PADRES Y MADRES FUNDADORES DE MOROLEÓN (EN PROCESO).
MOROLEÓN.- Aunque todas las familias guardan, y guardamos, memorias que se transmiten de generación en generación, la mayoría de esos recuerdos no rebasan de tres a cuatro generaciones; es decir, las memorias de los bisabuelos o tatarabuelos. Pero, al adentrarnos en los antiguos libros de registros bautismales, matrimoniales y actas de defunción es posible escudriñar en el pasado y encontrar en esa historia memorias que habían caído en el olvido. Ese es el caso de la estimada familia Sámano, cuya presencia en esta ciudad es de reconocible antaño.
El primer antecedente histórico de los Sámano de Moroleón se remonta al año de 1839, fecha en que se levantó un primer censo poblacional en La Congregación de Uriangato (hoy, Moroleón). Allí, fue registrado un Faustino Sámano*, quien, al momento del censo, refirió tener 43 años de edad, ser vecino de la manzana n.° 48, practicar el oficio de labrador —poseía tierras— y estar casado con Guadalupe Díaz, con quien había procreado 5 hijos: Agapito, Encarnación, Andrés (1/diciembre/1824) y Tiburcio. Su hijo mayor, José (27/marzo/1821), no figuró en el censo porque ya no radicaba en La Congregación.
Desafortunadamente, existe una falta de registros parroquiales en el periodo que comprende los años de la guerra de Independencia (1810-1821), lo que dificulta tener certeza sobre quiénes fueron los padres de don Faustino, aunque es muy probable que fuesen el señor José Luis Sámano Medina, casado el 3 de marzo de 1799, en Yuriria, con Ana María Ventura Aguilar Zavala, originaria del Rancho de Las Peñas. José Luis fue hijo de Bartolo Sámano y Ana Rosalía Medina, vecinos de Yuriria. Bartolo Sámano posiblemente fue hijo de don Juan José Sámano Figueroa, y de doña María Gertrudis Magaña. El novio fue hijo de Francisco Xavier Sámano e Isabel Pérez de Villaseñor; y fue originario de Puruàndiro; la novia, de Andaracua.
Entre los hijos de Don Faustino Sámano tenemos a don Encarnación Sámano Díaz, quien casó el 20 de octubre de 1841, en Moroleón, con doña Nicolasa Chávez Cortez, originaria del Terrero, con quien procreó a José Antonio Feliz, nacido el 21 de noviembre de 1842. Antonio Feliz Sámano Chávez casó con María de Jesús López Mendoza, el 13 de julio de 1870, en Moroleón, y procreó a José Hermenegildo Francisco (nacido el 13/abril/1871); José (muerto al nacer); Lucas (muerto al nacer, el 26/octubre/1873), María Florenciana (nacida el 27/octubre/1874), Andrés (muerto al nacer, el 10/noviembre/1892), Soledad, Dolores, Felipe y José Crispín Rafael (25/octubre/1872). Don Hermenegildo Francisco Sámano López casó con Nazaria Guzmán, con quien procreó a Manuel Sámano Guzmán.
Manuel Sámano casó en dos ocasiones; primero, con Guadalupe Díaz, con quien procreó a Rafael y José Sámano Díaz; luego, se casó con Antonia Ávalos Zavala, hija de José María Ávalos y Juana Zavala Díaz, con quien migró a la Cuidad de México y procreó ocho hijos: Leonel, Manuel, Salud, Ramiro, Graciela, Clemencia, Hilda y Carlos Sámano Ávalos. Manuel estudió abogacía y, según testimonio familiar, por intermediación de la ex primera dama Eva Sámano Bishop fue designado juez agrario en Toluca. De su primer matrimonio, su hijo Rafael casó con Olivia Camarena y procreó cinco hijos (Guadalupe, Rafael, Georgina, Manuel y Ricardo); y su hijo José casó con Consuelo Barajas Ávalos y procreó ocho hijos (Leticia Josefina, Raúl, María Magdalena, Juan Martín, María de Lourdes, Ismael Gerardo y Alfredo [†]).
Por su parte, José Crispín Rafael Sámano López, jornalero, casó en dos ocasiones, la primera, con Celsa Álvarez, con quien procreó a José, María de Jesús, María Concepción (30/septiembre/1904), Antonio, Rafael (28/diciembre/1908), José Timoteo Salvador Ramón (24/mayo/ 1913), María, Miguel, María Marta Felicitas Rafaela y Gabriel. Y, al enviudar, casó con Trinidad López Espinoza (nacida en 1921), con quien procreó a Víctor, Concepción, Santos, Rosa María, Ángela, Esperanza y María Dolores.
Del primer matrimonio de José Crispín Rafael, su hija Felicitas casó con Pablo Murillo y procreó a la Dra. Eva Murillo Sámano, así como a Arsenio, Ilda y Lourdes Murillo Sámano.
Por su parte, su hijo Miguel Sámano Álvarez procreó a Raquel, Lilia, Miguel, Abel y José Sámano Pizano. Su hijo, el dentista Dr. Abel Sámano Pizano, fue fraccionista y catedrático de la UNAM. Su hijo Rafael Sámano Álvarez casó con María de los Dolores Ortiz Escutia, con quien procreó a Raúl y Arturo Sámano Ortiz. Su hijo Arturo casó con Alicia Rocha y procreó a Blanca Alicia, Arturo (†), José Alonso y Ana Karina. Su hijo Raúl casó con Esther Mary Schuenemann, con quien procreó a Eduardo Sámano Schuenemann, gerente de la concurrida Dulcería Turquesa.
Otro hijo de Crispín Rafael, su hijo Antonio, casó con María Concepción Gutiérrez, con quien procreó a Georgina, Ana Bella, Noé y Concepción Sámano Gutiérrez. Por su parte, María se casó con Fidel Téllez y procreó a Héctor y Fidel Téllez Sámano. Su hijo José Timoteo Salvador Ramón casó con Consuelo Mora Ruiz y procreó a Alicia, Esperanza, Yolanda, Armando, Delia y Salvador (26/marzo/1948). Salvador, hijo, participó en la gestión de la modernización de la escuela «Francisco I. Madero», con ayuda de la mesa directiva, estando él en calidad de presidente. Su hermana Delia, al graduarse, fue docente destacada en la escuela «Cayetano Andrade».
Otro hijo de Crispín Rafael, su hijo Gabriel, casó el 1 de mayo de 1944, en Piñícuaro, con Belem Guzmán, y procreó a Irma, Elia, María Antonieta, María del Refugio, Gabriel (†), María del Carmen, Carlos (†) y Alejandro (†). Su hijo José Sámano Álvarez, procreó a la Mtra. Aída Sámano, destacada docente del Colegio Josefino y del Centro Escolar, así como al Arq. Orlando Sámano, quien fue nombrado cronista de Moroleón (24/abril/2002) tras la muerte de don Alfonso Ortiz Ortiz.
Del segundo matrimonio de Crispín Rafael con Trinidad López, su hijo Víctor, destacado comerciante y fundador de la liga de veteranos de fútbol de Moroleón, casó con Alicia Zamudio Guzmán y procreó a José Rafael, Martha Angélica, María del Rocío y Víctor Daniel Sámano Zamudio, activos comerciantes. Su hija Concepción casó con Agustín Zamudio Hernández, y su hija Ángela casó con Salvador Valencia, de Cuidad de México, y procrearon cinco hijos: Patricia, maestra jubilada, radica en Cuidad de México; Miguel, comerciante, radica en Aguascalientes; Alicia, comerciante en Cuidad de México; Georgina, profesional de la salud, radica en Moroleón; y, Karina, enfermera, radica en Aguascalientes. Su hija Esperanza casó con Roberto Pedroza, con quien procreó a Sandra y Santos, de las taquerías Don Beto, Ags., y Mónica, comerciante de joyería. Su hija Dolores, es licenciada en trabajo social pensionada por la empresa de Sidral Aga en la Cuidad de México, madre de Liliana Sámano.
Como dato interesante, cabe mencionar que un 2 de octubre de 1965, uno de los hijos de José Crispín Rafael, a quien en vida se conoció como Miguel, se presentó en la Vicaría de Moroleón en compañía de un José Sámano Álvarez y un J. Guadalupe López Núñez, respectivamente, para dar fe de que su nombre de pila era José Nicolás Eucario de Jesús, pero que no llevaba ninguno de los nombres que se asentaron en el Acta de su Bautismo porque al papá don Rafael Sámano, no le gustó ninguno de los que constan en el Bautismo, y por gusto de él se le puso el de MIGUEL que siempre ha llevado y con el cual es conocido en todas partes.
En genealogía, es común encontrar este tipo de casos, de personas que recibieron un nombre ante la pila de bautismo, pero que, a lo largo de su vida, usaron otro apelativo para identificarse, ya fuese por decisión propia o paternal. Las razones pueden ser muchas y variadas, desde quien adopta un nombre artístico o marca personal hasta quien atraviesa por un divorcio, incluso por gusto personal, como fue este caso, cuando el nombre impuesto no ha sido del agrado ya sea del hijo o uno de los padres.
Por otro lado, don Felipe Sámano López, hijo de Antonio Feliz, casó en Moroleón, con Doña María de Jesús Guzmán Barragán, hija de don Epigmenio Guzmán Zamudio y doña Trinidad Barragán. Ellos procrearon a doña María Antonia; don José Sámano, peluquero; don Cornelio Sámano, abarrotero —muy conocido por su tienda de la calle Ocampo (zona centro), y a Fray José Fidel Sámano, el recordado Padre Sámano. Cabe apuntar que Cornelio Sámano Guzmán casó con Josefina Gordillo Niño y procreó, entre otros hijos, a Fernando Sámano Gordillo.
A lo largo de su historia, la familia Sámano de esta localidad ha dado hijos e hijas que han ocupado un lugar apreciado en Moroleón, pues ha estado presente en todas sus etapas de desarrollo. En la actualidad, algunos de sus integrantes realizan interesantes aportes en los ámbitos del comercio, educación y consultoría, contribuyendo así al progreso de esta ciudad.
*La grafía original que aparece en el censo es «Faustino Sámano».
En imagen:
1.- José Crispín Rafael Sámano López, fotografía en propiedad de Concepción Sámano, remitida por Daniel Sámano Zamudio 2.- De izq. a Der. (arriba) José Timoteo Rafael Sámano López y Consuelo Mora Ruiz; (abajo) José Crispín Rafael y Celsa Álvarez, imagen en propiedad de Salvador Sámano Mora, remitida por Daniel Sámano Zamudio; 3.- De der. a izq. (arriba), Víctor Sámano, en la nevería La Regia. 4.- Víctor Sámano López con su primo Miguel; 5.- Acta del interrogatorio para probar la identidad de Miguel Sámano; 6.- Registro de bautizo de Eucario Sámano. 7.- Trinidad López Espinoza, madre de Víctor Sámano; 8.- Registro de Fray Fidel Sámano; y, 9.- Registro de defunción de Faustino Sámano.
Enviamos un agradecimiento a toda la familia Sámano por su apoyo en la recopilación de información para la edición de esta nota, en particular a los CC Víctor Daniel Sámano Zamudio, Salvador Sámano Mora, Eduardo Sámano Schuenemann y Leticia Sámano Barajas. ¡Muchas gracias!