YURIRIA.- Prácticamente todas las calles de prácticamente todas las comunidades del municipio se ven desérticas, sin gente pasando.
Las pocas tiendas que subsisten se ven sin clientes, y cuando estos llegan, de inmediato los habitantes se regresan a sus hogares.
En algunos de estos se escuchan pláticas al interior, en su mayoría personas de la tercera edad y algunos niños.
Acerca de esta situación los pocos que pasan explican que ahora nadie quiere salir por temor a sufrir algún atentado, ya que «las balaceras están a la orden del día».
Muchos han muerto.
Además de esto, y lo que ya viene de hace muchos años, es el abandono de las comunidades de parte de personas de todas las edades, que se van a sumarse con sus familias residentes en Estados Unidos.
De ahí que llegar a una comunidad, es llegar a calles «abandonadas».