Si en aquellos años tus padres te hacían que te levantaras temprano para que ayudaras en las labores domésticas, o bien que te fueras a ayudar a tu padre en el trabajo, local o negocio, eso hizo que te forjaras la idea de que al llegar a grande tenías que trabajar, y aportar a la familia con una lana… No es que en sí, te enseñaran a aportar, sino que era actitud indispensable que te imponían como forma de vida, como forma de ser humano… Pero hoy en día, los jóvenes padres hacen un desmadre, una inercia con sus hijos… No les
exigen, no les piden que se levanten, les dicen muy suava «ay, ya párate, hijo»… Y nada más… El muchacho se queda dormido, si no hay clases, y sigue hasta que se aburre, pese a que tiene hambre, necesidad de almorzar… Pero no… Sin embargo, cuando ya se para, ni a la cocina o comedor se dirige, la primera acción que acomete es la de tomar el celular, y meterse a ver los chismes en el Facebook o en Tik Tok, o lo que sea,
pero principalmente en cualquiera de estas dos redes… Y ahí se queda, justo en la cama, o si acaso se para, sobre una silla sigue viendo, leyendo y divirtiéndose con las supuestas chistozadas que aparecen en dichos espacios del ciber espacio…. El hambre se les quita, y siguen ahí un buen rato… Y al llegar por fin a la mesa, están tomando la leche o cafe con su pan, y por un lado el celular… No hay ningún esfuerzo, simplemente son espectadores… lánguidos, sentados, inertes, vivos, pero inactivos… Esa es la forma de ser de hoy en día,
digamos que a partir del 2000 para acá… y con el Tik Tok chino, con más ganas… Así que el único juguete que piden los de incluso 5 años de edad, es un celular para estar viendo toda clase de caricaturas, monitos y también jaladas de toda índole… Los padres parece que no saben que los niños en cualquier celular pueden entrar a las páginas porno o XXX (triple equis) para conocer la naturaleza del cuerpo humano y sus enlaces amorosos o jugosos -porque en la mayoría de las veces no son enlaces de amor-, absorviendo así
información que los va a poner al tanto de la nueva era, y con supuestos traumas que se generarán en cuanto estén ya como adolescentes -según dicen los piscólogos y los padres y los aleluyos… Pero también ya como niños de 12 años en adelante, podrán encontrar alguna chica que les fascine, se hagan novios por esos medios internáuticos, y tengan así su primera novia o novio, para que las emociones fluyan… Pero todo esto
de una forma muy acelerada, en donde no hay tiempo para la reflexión, sino simplemente para acelerar los tiempos, o más bien, para acortarlos… Hay páginas educativas que sirven para guiar a las personas a tener relaciones setsuales en forma cuidadosa, sin provocar embarazos…. Pero estas páginas no aparecen ni en el Facebook, y menos en el Tik Tok, por lo cual nunca pueden recibir orientación sobre cómo cuidarse, como
evitar un chiquillo a esa corta edad de la muchacha 13, 14 o 15 años, quedando embaras dulces, sin deseo alguno de cuidar una criatura… Esto es lo que más está ocurriendo, como en el caso de María Estela, una muchacha… no, más bien una chiquilla precisamente de 13 años que tuvo un novio que conoció…. no, más bien un muchacho equis que conoció y se hizo amigo, le dio «like», se hizo amiga de ése amigo dos años más grande, con luego eso se conocieron personalmente en persona, y se convirtieron en amigos, novios y
amantes, porque desde luego que terminaron teniendo relaciones sobre una mesa de la casa de la muchacha, aprovechando que la mamá salía a trabajar y llegaba hasta las 5, luego de cubrir su turno en la Mazda de Salamanca… Así las cosas hicieron de esa mesa su nido de amor, aunque más al rato ahí comía la familia, unos tacos, una pizza o unos tamales de ontá Doña María… Vaya sorpresa tuvo la madre cuando esta pequeña empezó a marearse, a sentir ascos, vómitos, y que sin duda eran señal de que «ya metiste las cuatro
patas»…. No, sólo dos, pero también las de Juanito… Y además de tener que andarla cuidando, llevarla al doctor para que le confirme si era un mareo o un embarazo, y le confirme que sí, que ya está preñada, vinieron las preguntas de que quién era el padre o sujeto maldito que se atrevió a hacerle eso a su hija… Las madres de ahora ya no se enojan tanto, nada más pasan de la sorpresa al regaño: «Cómo eres tan pendeja,
estás bien chiquilla y mira con qué nos sales!»…. Así que ahora tiene que investigar tanto la madre como el padre -si es que lo hay- quién es el novio o el que cometió el delito de violación espuria -pero que ya no se castiga, porque las mamás terminan pensando «pos ya qué, ya mi hija la regó»… Y así es como, hasta ahora que ya tuvo un bebé, enseñaron a la muchacha los medios y remedios para no que no se vuelva a embarazar…