Ya se cerró el Relleno Sanitario, según se dijo, y tal vez se haya cumplido este ordenamiento impulsado por los vecinos de la comunidad de El Derramadero, quienes nunca vieron con buenos ojos la ubicación de ese servicio tan importante.
Pero de sus habitantes, quienes menos lo querían, son nada menos que aquellos que están radicados en los Estados Unidos, y que estuvieron presionando como si estuviesen viviendo un serio problema.
De por sí en El Derramadero hay muy pocos habitantes viviendo ahí, las casas se ven solas, y acaso vive algún abuelo y su pareja.
Todos en su mayoría están en los Estados Unidos, por lo que efectivamente pocos son los que se afectarían, si este Relleno no estuviese funcionando adecuadamente.
Carlos Tanao ha expresado que por lo general no estuvo funcionando adecuadamente, ya que no se cumplía con ciertos elementos de mantenimiento.
Pero igual, aunque estuviese operando al cien, de todos modos los emigrados de El Derramadero no querían ese relleno en donde está.
Total que ahora hay que saber en dónde están dejando los elementos sólidos que constituye la basura de la ciudad, y ver si en ese nuevo lugar -de haberlo-, no estén afectando a otros vecinos.
Así las cosas con el Relleno.
En tanto llegó la temporada más seca del año, que es la de la Cuaresma, en donde las ventas se van casi a cero, porque la gente no tiene dinero.
Pero en este año en especial la situación es aún peor, puesto que la política federal que se está llevando no a impulsado el progreso y la satisfacción de los ciudadanos, quienes se ven con los bolsillos vacíos, no hay dinero.
Los precios de los productos elementales están a la constante alza, siendo el más notable por sus incrementos, el huevo, los demás siguen subiendo en forma lenta y permanente.
Los abarroteros de las diferentes calles comentan que la gente llega y compra muy poca cosa, y en las tiendas grandes como Aurrerá y Soriana, se ven los pasilllos prácticamente solos, porque no hay gente que acuda a hacer compras.
Por lo tanto, los dos años de pandemia, parecían haber sido los peores, pero no. Es este año 2023 el peor de los últimos 10 años.
Esto, hablando de la economía familiar, ya que las medianas y grandes empresas seguramente que están en otra situación, aunque no muy agradable del todo.
Las amplias capas de ciudadanos son las más afectadas, con esta inflación que se vive.
Por ahora lo que cabe es el esperar «a ver qué pasa» en los meses subsiguientes, y ver si por lo menos se para esta espiral inflacionaria que está haciendo que los pobres sean más pobres, y los medianos pasen a
formar las filas de los pobres.
En el Ayuntamiento hay concordia por ahora bajo la batuta del Presidente Anastacio Rosiles Pérez y su equipo de trabajo.
