CDMX 21 de noviembre de 2021.- Derivado de los cambios en los últimos tiempos, como la pandemia, muchos libros ya no son usados en papel, sino a través de repositorios digitales, los cuales mantienen la misión de fomentar el conocimiento y la formulación de nuevas dudas que llaman a nuevas investigaciones en fuentes del saber para responderlas, consideró Laurette Godinas, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB).
Esta transformación de entornos físicos a digitales ha permitido el enriquecimiento de recintos digitales como la Biblioteca Digital Mundial (World Digital Library) o la Biblioteca Digital Mexicana (bdmx.mx), que cada vez ponen más materiales en acceso libre, pero también han alejado a los estudiantes de su entorno natural de consulta, las bibliotecas, agregó la coordinadora de Investigación del IIB.
“En las bibliotecas digitales, el lector está frente en una abundancia desordenada de obras digitalizadas, a menudo organizadas en colecciones, pero no tienen la orientación de un especialista que las conoce y puede guiar al lector hacia lo que busca”, precisó.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para 2021 el porcentaje de personas adultas lectoras que prefieren la lectura de libros en formato digital se triplicó en relación con lo declarado por la población en 2016 (21.5 % contra 6.8 %) y resulta casi el doble de 2020, que fue de 12.3 por ciento. Además, en formato digital, la lectura de revistas aumentó de 2.6 % en 2016 a 22.6 % en 2021. En cuanto a la lectura de periódicos en formato digital, ésta registró un incremento de 5.6 a 21.3 % entre 2016 y 2021.