MOROLEON.- Entre dos patrullas policíacas y tres motopatrullas de Tránsito, se dieron a la tarea de perseguir al fugitivo urbano, cuyo conductor no respetó el «Alto» del semáforo, y cuando le dijeron que se detuviera, en vez de eso, aceleró a fondo.
La fuga comenzó en la esquina de Jaime Nunó esquina con Hidalgo, desde donde arrancó haciendo una loca carrera por las calles del centro.
Lo alcanzaron hasta la Glorieta de los conos, conocida oficialmente como «de la Amistad».
Al chofer no le importaron los pasajeros que vieron toda la maniobra sin poder hacer nada.
Y es que violó la orden de un agente de Tránsito, para conminarlo a respetar el semáforo y a la vez, que obedezca la orden para multarlo.
Pero le valió, por lo que Tránsito pidió ayuda de la policía y lo atraparon en la gasolinera frente a la Glorieta. Fue apercibido de sus acciones, y la unidad enviada al corralón, mientras que los pasajeros estaban sumamente espantados.
Al final de cuentas estos pasaron gran susto, y esto habla de que los urbanos no traen buenos choferes, sino chafiretes del Volante.