La cotidiana acción de revisar el teléfono celular en la vía pública terminó en tragedia para un joven leonés que resultó lesionado por la Calzada de los Héroes. Al respecto, dos psicólogos leoneses ofrecen su punto de vista al respecto, coincidiendo en la importancia de la responsabilidad al checar los aparatos inteligentes.
Luis Felipe El Sahili, autor del libro “Piscología de Facebook” y con un doctorado en Educación, Psicología y Pedagogía, es enfático al respecto: “tanto para automovilistas como para peatones, los teléfonos celulares generan un nivel de distracción demasiado alto al cerebro, y esto es porque cuando la persona ve el celular se está generando una serie de neurotransmisores, que se llaman dopaminérgicos”.
Es decir, vinculado a la dopamina, uno de los más comunes neurotransmisores. El Sahili explica que la gente que va con el teléfono celular en la calle quizá no lo sabe, pero va eufórica, y al estar ensimismada siente que se encuentra en un estado de invulnerabilidad, olvidándose de que hay un mundo alrededor que así como puede ser tranquilo, puede ser hostil, de modo que la persona se puede descuidar de la forma más común.
“El peligro es que no se dan cuenta del mundo que tienen a su alrededor”, advierte el psicólogo, académico y escritor.
Con respecto al joven atropellado por la Calzada de los Héroes, Luis Felipe apunta que es necesario saber qué era lo que estaba viendo en el teléfono, para juzgar si se trataba de algo superficial o de una cuestión realmente importante, realizar, pues una “autopsia psicológica”.
¿EVASIÓN DE LA REALIDAD?
Por su parte, el psicólogo Juan José Alvarado expresa que lo que sucede actualmente con los celulares es, en ocasiones, una evasión de la realidad:
“Las redes sociales nos han llevado a la despersonalización. Casi nadie le hace caso, por ejemplo, a la prohibición de no usar el teléfono en el vehículo, y esto no es privativo de los jóvenes. Cada vez es más común ver gente de mi edad (tengo 62 años) acostumbrada al uso constante del celular, metidos cada quien revisando su teléfono e internet. Cada vez es más frecuente, por ejemplo, compartir chistes y memes que tener una conversación de lo que nos pasa. Esto nos hace sentir cómodos… pero el lado malo es que toda relación humana conlleva un compromiso y por desgracia, sustituye el contacto humano”.
(El Heraldo de León)