Terminada la festividad de Navidad, volver a lo habitual es lo que sigue, mientras los chicos disfrutan de sus juguetes en los hogares.
El comercio de la ropa, terminó su temporada con resultados no muy agradables, pero que no queda otra que seguir adelante con lo que queda o con lo que se puede.
Dicen estos comerciantes que la temporada estuvo muy mal… aunque de hecho, esto siempre han comentado durante los últimos 20 años, como si nunca hayan tenido una buena temporada…
Hace muchos años se hablaba que todo estaba mal porque resultaron afectados por un prestamista que tenía una caja de ahorros o algo así que todos fueron víctimas de sus triquiñuelas.
Hubo también una temporada mala cuando el Presidente Carlos Salinas de Gortari salió con su política de reconversión de la sociedad, en la que todo mundo tenía que modernizarse o morir.
Ni se murieron ni se modernizaron los productores y los comerciantes, tal como decía. Simplemente los precios subieron y la población tuvo que ajustarse a los nuevos lineamientos de lo que llamó la modernidad.
Luego vinieron los problemas por andar echando para afuera a los comerciantes del Estado de México, del
lado de Moroleón, pero que afectó a todos, puesto que estos comerciantes se fueron a la carretera salida a Morelia… y se llevaron a las señoras organizadoras de viaje para aquél lado, dejándonos aquí solos.
Así fue como pasó otra época, y tuvieron todos los locales que quedarse en sus lugares y abrir nuevas
tiendas en los tianguis como en Parangarico, el cual fue creado por un conocido uriangatense, de apellido Díaz, del cual ya no se ha sabido nada, pero que es recordado por haber abierto ese primer tianguis en zona de Yuriria.
Previamente se había abierto el tianguis Guanajuato, aquí en la salida de Uriangato hacia el lado de Yuriria… el cual marcó una gran temporada para el comercio, pues los vendedore se salieron de las calles adentro de la ciudad para instalarse allá como tianguistas.
Lo bueno es que las esposas se quedaban con las tiendas de adentro de la ciudad, y los esposos se iban al tianguis Guanajuato.
Pronto se enseñaron a tener doble o triple tienda, porque el primer gran jalón también fue en Uriangato cuando se estableció la Plaza Bedolla, que tuvo un buen impacto, y que se forjó con la creación de las «organizadoras», que son señoras que se traen mujeres comerciantes de ropa del norte del país.
Y estas plazas tuvieron su época de oro, y luego fueron cayendo por andar haciéndose autocompetencia: Plaza Bedolla, Guanajuato, Parangarico, luego otro ahí en el entronque Cuatro Caminos de Yuriria, y de ahí se avientan hasta Texitcuitzeo…
¿Qué seguirá en este camino de cambios para seguir vendiendo lo mismo?… El de Guanajuato trataron de reabrirlo, y no jaló.