“El año pasado la cuesta de enero fue muy complicada y, me atrevo a decir, ésta será más difícil”, afirmó Eufemia Basilio, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc). “No me gusta ser ave de mal agüero, pero lo digo en el sentido de las recomendaciones que se deben tener, sumadas a los errores que se cometen cuando no protegemos nuestro aguinaldo. Estamos en una época y en una transición muy difícil dentro de la economía del mundo. Venimos de los rezagos de la pandemia y no hemos salido de ellos”, añadió.
Ernesto Bravo, también investigador del IIEc, recordó que el aguinaldo navideño se instituyó como un respaldo de los empleadores hacia los trabajadores en la época de festividades que implica mayores gastos. Éste, subrayó, se puede recibir en dos modalidades: el pago completo hasta antes del 20 de diciembre y el pago dividido en dos partes, una abonada antes de terminar el año en curso y la otra a principios del próximo. En el caso del gobierno, los empleados públicos reciben 40 días de salario como prestación en concepto de aguinaldo, mientras que las empresas privadas otorgan a sus trabajadores 15 días de sueldo como mínimo por la misma prestación.
“El aguinaldo no puede ser afectado ni reemplazarse por ningún tipo de dádiva o estímulo, las empresas no pueden sustituir su pago por ninguna otra forma de retribución”, comentó Bravo y explicó que la ley que estipula el pago del aguinaldo también considera diferentes penalizaciones económicas para aquellos empleadores que no lo otorgan en tiempo y forma. La norma establece multas desde 4 mil hasta 45 mil por incumplimiento.
Errores más comunes
Ambos expertos coincidieron que ante las fiestas decembrinas muchos mexicanos caen en gastos excesivos o compras impulsivas, las cuales tienen consecuencias a largo plazo en su economía. Bravo señaló que una buena parte se destina a las compras para estas fiestas decembrinas y los trabajadores más previsores dedican una parte del ahorro a saldar deudas acumuladas, por ejemplo, con las tarjetas de crédito.
Por su parte, Eufemia Basilio apuntó que el error más común es “disponer del dinero que aún no tenemos. Pensamos que como ya va a llegar el aguinaldo, podemos pedir un préstamo, porque, al final de cuentas, lo podremos pagar. O compramos a meses sin intereses”. Otro de los grandes errores es gastar más de lo que ganamos si no tenemos un presupuesto establecido.
“Debemos saber bien cuánto ganamos, porque con los gastos hormiga o inesperados se nos va el dinero. Incurrimos también en gastos innecesarios, encontramos ofertas y aplicamos la típica frase: ‘me lo merezco, porque para eso trabajo’. Nos endeudamos sin analizar”, sentenció.