URIANGATO.- Nunca se había visto una situación así: la adoración al santo Patrono San Miguel Arcángel, sin fiesta, sin evento, sin bandas de música, sin peregrinaciones masivas, sin cortejo.
Unicamente la novena por fuera del templo, fue la diferencia, por aquello de la sana distancia.
Pero en el interior, durante la misa concelebrada, sólo unos cuantos feligreses, y la procesión no fue tal, sino sólo un recorrido por las calles.
El día anterior a la fecha principal, 29 de septiembre, el lunes 28, las fogatas estuvieron en su mejor apogeo, con las familias en las puertas de las casas y el ocote encendido…. pero nada más. Así fue.