Si se cuentan los puestos y locales que hay en el mercado Dionisio Vallejo, encontraremos que un poco menos de la mitad están ocupados para las ventas.
La mayoría están cerrados o convertidos en bodegas, anexados a otros comerciantes.
Los carniceros sobreviven a la situación, la que ha seguido después de la pandemia del Covid.
Pero dos o tres prefirieron cerrar. En cuanto a la venta de hortalizas y verduras, igual por el lado de la zona de comida, se mantienen pero uno o dos cerraron, y no se ve para cuándo abran.
En general los que han sobrevivido dan muestras de que venden menos, pues el producto o mercancía que tienen expuesta para la venta, se ve en menor cantidad.
Los carniceros se han visto impedidos en aumentar la carne, porque de hacerlo, pierden clientes… de por sí.
Así que el comercio de todo tipo que está operando en el mercado, está en un modo de «sobrevivencia», y el de aguantar porque no hay de otra.
Se dice que muchas amas de casa prefieren hacer sus compras en el Mercado Hidalgo de Moroleón.
Podemos decir que seguramente antes sí pasaba esto, pero resulta que en ese mercado los precios son más altos para las amas de casa.
Por lo que hoy se nota que las cosas están un poco más baratas en el Dionisio Vallejo que en el Hidalgo.
Y hablando de que en el de Moroleón «hay más para escoger», nos encontramos que la situación es tan precaria entre las familias, que la realidad no hay dinero para poder escoger, sino irse realmente a donde ya se sabe que es un poco más barato, o sea en el mercado Dionisio Vallejo.
Y hablando del tianguis, el de los miércoles, este se ha extendido hasta el interior del estacionamiento del mercado Vallejo, pero la situaicón es que ahora son muchos los que venden, y pocos son los que compran.
La mayoría estos tianguistas se regresan casi con la mayoría de sus productos.
Esta es una situación que es generalizada, sobreviven los que más pueden aguantar.
En el Centro Comercial Metropolitano, Soriana ya no ofrece productos con el término de «Oferta» o «Descuento»… ahora lo que tiene es productos «al 3 x 2», pero precios rebajados, ya no.
Uno de los locales dentro del área de comida cerró sus puertas, por la situación.
En este centro no hay lugar para precios bajos, pero hoy en día te encuentras que que los baguets, del Subway antes considerados como «caros» ahora son baratos, puesto que uno de ellos, te cuesta 60 pesos, y una orden de comida en el mercado anda en eso mismo, si acaso en 50. Por lo cual le resultaría mejor a un cliente irse al Metropolitano, que al mercado a comer algo más caro.
El producto más caro de todos, todos, es el refresco llamado «Coca-cola», porque ya cuesta casi la mitad de lo que cuestan tres tacos de maciza -cuando antes no era así de cercano.
Los productos Bimbo dejaron de ser accesibles a los niños y sus padres.