En un foro de consulta organizado por la Comisión de Seguridad Pública del Congreso del Estado, al que acudieron 160 mujeres policías de varios municipios, quedaron de manifesto las quejas y maltratos que reciben.
María Calderón, policía municipal de Yuriria, denunció que durante su embarazo sufrió náuseas, pero que no le dieron incapacidad porque no eran considerados como una enfermedad grave. “Ya es pesado cumplir una jornada de 24 horas e incluso 12 horas estando embarazada”, dijo.
También señaló que las mujeres policías no tienen una red de apoyo, “no tenemos con quién dejar a nuestros hijos. Hemos tenido que dejar pasar oportunidades de desarrollo personal”.
Regina Ortiz, policía de Yuriria, preguntó quiénes de las asistentes al foro tenían seguro médico y solo la mitad levantó la mano. Destacó que las mujeres policías tienen que gastar más en medicinas por su embarazo y además por el parto.
Otra mujer policía pidió que se creen guarderías en las corporaciones, porque no tienen dónde dejar a sus hijos o tienen que pagar para que se los cuiden.