Yuriria.- “¡He acudido a muchos lugares, nadie me presta ayuda, es un infierno vivir así!”, señala con la voz temblorosa y el llanto en los ojos doña Ma. Prisciliana García, quien sufre la desaparición de su hija, Nancy Troche García desde el 19 de mayo del presente año. La joven de 28 años de edad se esfumó de su casa en el condado de Asheboro, Carolina del Norte, Estados Unidos, la única persona que sí apareció fue su bebé de seis meses de nacida, en la casa del exnovio de Nancy.
Desesperada y con el corazón en la mano, Doña Prisciliana pide al presidente de la República, al gobernador del estado o a quien pueda darle apoyo para encontrarla “¡quiero saber de ella, que me ayuden a saber dónde está, esta es mi vida, todos los días llorando, todos los días pidiéndole a Dios por ella, porque nadie me da información”.
Desde su casa en la comunidad de Loma de Zempoala, perteneciente al municipio de Yuriria, doña Prisciliana explicó que su hija tiene más de siete años viviendo en Estados Unidos, y que trabajaba tejiendo telas en una fábrica de muebles; comentó también que recientemente la joven se había separado de su pareja, un hombre originario del estado de Puebla.
El 24 de mayo pasado una sobrina le informó de la desaparición, convivió con Nancy y su bebé en la fiesta infantil de una compañera de trabajo el sábado 19 de mayo pero nadie la vio regresar a casa, “ni los vecinos, ni nadie la miraron, nadie se dio cuenta de ella”. El martes 22 una amiga del trabajo acudió a la casa de Nancy para buscarla -nunca había faltado al trabajo- pero no la encontró, días después se enteraron de que la bebé estaba en la casa de la expareja de Nancy, sin su madre.
Doña Prisciliana añadió que su sobrina y la amiga de su hija reportaron la desaparición de la joven ante las autoridades, pidieron ayuda a medios de comunicación locales para informar sobre la búsqueda, además realizaron volantes para pedir información sobre su paradero, pero no obtuvieron respuestas favorables. Ella por su parte solicitó ayuda en la oficina de Derechos Humanos en Acámbaro, de ahí la mandaron a Ayuda al Migrante en Celaya, en ambos lugares le dijeron que no le podían ayudar así que tramitó una visa y fue a Estados Unidos a buscar a su hija.
AUTORIDADES APOYAN AL EXNOVIO
Al llegar a Asheboro, Doña Prisciliana acudió a la Policía, la atendió el detective que sigue el caso y junto con una traductora fueron a la casa de Nancy. La señora pidió tener las cosas de su hija pero se las negaron, además le dijeron que la última pista que tenían de ella era el pago que se hizo con su tarjeta en una gasolinera. De acuerdo con el detective, el exnovio de Nancy asegura que la joven le llevó a la bebé y le dijo que regresaría a México, pero la señora no cree esa versión “mi hija no iba a dejar a su hija, porque es prematura la bebé”.
Agregó que su sobrina, quien vive en Chicago, pidió al detective abrir una investigación y ampliar la búsqueda a condados aledaños, pero el detective les dijo que no tenían recursos para hacerlo, sin embargo envió policías a la ciudad de Chicago –a mil 188 kilómetros de distancia- para revisar la casa de su sobrina.
Pero no desistieron en la búsqueda, siguieron denunciando el hecho ante los medios y recorrió 116 kilómetros a la redonda, llegó hasta la embajada mexicana en la ciudad de Raleigh, donde le dijeron que también estaban esperando información del detective, quien ha denotado cierta empatía con el sospechoso, “el detective desde el principio me recibió como agresivamente, porque él estaba juzgando a mi hija, decía que ella se había ido, que ella abandonó a la niña, que la expareja le había dicho que ella la había dejado, que ella la había abandonado, que ella venía para México, pero mi hija nunca abandonaría a su bebé y el detective le creyó todo a él”.
Las pertenencias de Nancy, incluido su automóvil desaparecieron también, y a pesar de que el investigador le dijo a doña Prisciliana que está siendo terca y juzga al exnovio sin razón, ella se remite a las pruebas, “mensajes de intimidación que le enviaba a mi hija, pero por qué le tiene tanta confianza a él, él pudo pagar, él tiene una niña de 10 años y según su mamá también se fue”, explica con llanto en los ojos.
Finalmente reiteró su llamado a las autoridades federales, estatales, municipales, a quien pueda ayudarla a saber de su hija Nancy Troche, “fui les pedí ayuda allá, les pido ayuda desde aquí, ayúdenme con mi hija, yo ya no sé ni qué hacer, yo no me quiero dar por vencida”.