Sí, ya decíamos de la puesta en marcha de la nueva plaza comercial «Texticuitzeo 2», como es conocida ya en forma popular, aunque tiene un nombre de «Fe».
Este espacio, como se sabe, está localizado en prácticamente el inicio del bulevar Leovino Zavala, bajando de la carretera Yuriria-Uriangato.
El nombre de T-2 deviene de que es un desprendimiento de la gran Plaza Texticuiizeo.
El terreno en donde se ubicaron es un terreno ejidal.
De acuerdo a los informes, los propietarios buscaron la manera de comprar un espacio al lado del Bulevar, y el otro para el estacionamiento de vehículos, y que está enfrente.
Pero los ejidatarios no estuvieron de acuerdo en vender, en cambio sí lo estuvieron para rentarles ambos terrenos.
Entre los comerciantes de ropa de todo el bulevar hay temor de que se les vayan a bajar las ventas, pues los potenciales compradores llegarán a dicho centro comercial.
Sin embargo, nos dicen que la venta efectiva en este lugar, será con los camiones o autobuses que vienen traídos del norte del país, y que venderán por la noche del lunes.
O sea que se espera que al mediodía de cada lunes, ya estarán hechas las ventas.
Lo mejor o lo más positivo de esto, es que se traerán a Uriangato muchos compradores que se habían ido con los «chilangos» que se fueron de la plaza de Toros hacia la comunidad donde está Texticuitzeo y Cuaracurío.
(Que, por cierto, eso le «partió» el queso a Uriangato y Moroleón. Los «chilangos» vendían en ese terreno de la plaza de toros. Pero las autoridades municipales moroleonesas los corrieron, diciendo que estaban haciendo competencia desleal a los comerciantes y locales.
Les quitaron el permiso de uso del suelo, y se fueron… hacia San José Caracurío, a los lados de la carretera.
Dejando desérticos a los corredores comerciales de Uriangato y Moroleón.
No hay que olvidar que en Moroleón esa fue una mala decisión de aquél entonces.
Igual pasó hace muchos años, cuando el gobierno municipal moroleonés impidió la colocación de puestos ambulantes de ropa en su calle Hidalgo y en torno al Mercado.
Y los que fueron corridos se fueron a la calle 16 de Septiembre de Uriangato, cuyo gobierno, entonces encabezado por Jesús Martínez, lo aceptó.
Y de ahí devino la gran vendimia callejera y luego de locales en toda esa calle que se fue extendiendo hasta la Leovino Zavala, y fue este el gran despligue de Uriangato como centro de ventas.
Ahora se colma con este nuevo centro comercial en dicha Leovino Zavala.
Los centros comerciales textileros de Moroleón, unos no sirvieron otros tuvieron que desaparecer, casi, como la Bedolla.
Todo se hace hacia el lado de la carretera.
Ramón Pérez García en busca de consensos para una tercera candidatura municipal.