YURIRIA.- Una fuerte multa es la que se espera que apliquen a quien o quienes hayan ordenado la aplicación de cemento en la fachada del templo de San Antonio, localizado en la céntrica calle Hidalgo de esta ciudad.
Sin la menor conciencia de lo que significa un monumento histórico y espiritual los padres agustinos y las beatas ordenaron “rehabilitar” su fachada, echando cemento sobre la fachada, lo cual constituye un atentado sobre el mismo.
Ya tiene unos días que iniciaron este trabajo, y nadie había reparado en el sentido de que era un daño patrimonial, hasta que hubo una denuncia de un ciudadano quien llamó al Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Y ahora tendrán que pagar las consecuencias.