VALLE DE SANTIAGO.- En Valle septiembre es recordado por las fiestas patrias, pero también se ha caracterizado por tragedias en México como los temblores, en Valle de Santiago recordamos los 29 años de la explosiones del Gasoducto.
Fue a las 4 de la madrugada de un 19 de septiembre de 1991 cuando la ciudad despertó por un fuerte zumbido seguido de un gran estruendo, que parecía como el paso bajito de un avión, allá por el rumbo de las faldas del cerro de la Batea entre la comunidad conocida como La Tortuga y el cerro de la Conchita.
El cielo se veía rojo, ya que en la región había caído una fuerte lluvia por lo que aún estaba nublado. La gente salía para asomarse a la calle y ver que sucedía, pero en cuestión de minutos las calles de la ciudad se inundaban de gente que salían corriendo debido a la psicosis porque todos se agustiaban por lo que sucedía y pensando que el fuego se iba a extender sobre la ciuad.
La gran mayoría no sabía que había estallado el gasoducto, todos pensaban que era algo como el nacimiento de un volcán o que uno de los existentes había revivido.
La gente, hombres y mujeres, salieron de sus casas muy asustadas, vestidos con sus ropas como se van a dormir, algunos solo en ropa interior otras sin siquiera alguna prenda para huir de la supuesta lava que se aproximaba, tal vez recordando lo sucedido por el volcán Paricutín.
La mayoría de las personas se fueron hacia el lado de la Alameda y caminos a Jaral y Salamanca, esperando ver si se calmaba la intensa llamarada.
Hoy se dice, fue el primer «huchicolazo» fallido.