Oscar Arredondo Ramírez, quien se autodenomina como “El guardián de las 7 luminarias”, dijo que hay mucho de qué hablar de los ovnis en Valle de Santiago: “Aquí no solo es la cuestión de avistamientos, de que se den de manera esporádica, sino ha habido niños híbridos, hijos de extraterrestres”.
Precisó que estos híbridos se encuentran en la colonia Lindavista, que está paralela al cráter de La Hoya de San Nicolás Parangueo.
“Ahí aterrizaban ovnis casi diario. Había días que las señoras se levantaban hablando idiomas raros, después regresaban a su lecho y después nacieron niños con el pelo blanco, pero finísimo y andan como niños perdidos y se meten a sus casas”.
Óscar dijo que buscó acercarse a un niño híbrido y logró que un padre de una niña que iba a cumplir cinco años aceptara, con la condición de que no le hiciera ninguna pregunta.
“Cuando llegué y vi a la niña, vi una niña ida, como qué esperaba algo en cualquier momento, como que está atenta a algo. Me dijeron que no contestaba, aunque yo le hable, pero me preguntaba cómo hacer para entablar un diálogo con ella y se me ocurrió decirle: ‘Oye niñita, ¿por qué nosotros, como planeta, no
pertenecemos a una confederación intergaláctica de naciones donde hay personas igual que nosotros?’ Y dijo la niña: ‘Este país, es de locos’, ‘¿Por qué?’, ‘Porque cada nación tiene sus propias leyes, que nunca responden a la verdad de la otra nación que tiene sus leyes’”.
Dijo que la niña agregó que: «En el planeta, es como si hubiera muchos mundos en un mundo, porque cada quien tiene su religión, su gobierno, su forma de ser y por lo mismo hay una desunión a la locura.
Le dije: ‘¿Qué requisitos necesitaríamos para ser dignos de pertenecer a una confederación intergaláctica, para irnos preparando?’. Dijo: ‘Cuando el mundo se globalice en una sola nación, un solo tipo de gobierno, un solo idioma, será que el alumno está listo y cuando el alumno está listo, el maestro aparece’, y después ya no quiso contestar”.
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