Por Pepe Carrillo.-
En la Isla de San Pedro, ahí pescó con sus redes. Yuririahpúndaro fue cuna del sufrido Padre Nieves.
Este 28 de agosto es día de los Agustinos. Ellos lo bautizaron. Los recuerdos siguen vivos.
Fue un 21 de Septiembre, corría el año 1882. Padres del recién nacido, era el señor Ramón Nives y doña Rita Castillo, católicos bien decente.
Con los padres agustinos a su hijo, muy contentos, lo llevan a bautizar. El nombre del recién nacido fue Mateo Elías, así quedó establecido.
En el año 1890, un 19 de marzo, su primera comunión con devoción y respeto y más, al recibir la hostia o Sagrado Sacramento, dijo que algo sintió: el llamado de El Divino.
Que del cielo lo llamó, y para ser sacerdote estudió. Pero al pueblo de Yuriria una enfermedad llegó y el pequeño Mateo Nieves, también se enfermó.
Fue en el año 1894 cuando la tuberculosis a Yuriria le pegó.
Y desgracia tras desgracia otro accidente surgió.
A la isla de San Pedro una pandilla entró, y a su padre Ramón Nieves, vilmente lo asesinó.
Pobre pequeño Mateo Elías, ahí huérfano quedó, para mantener a su madre y una hermana, la escuela abandonó.
El se puso a trabajar, su madre viuda quedó. Y cuando éste quiso estudiar, el Colegio lo rechazó.
Año de 1904, el Colegio de San Pablo a este las puertas abrió.
En 1910, de la orden de San Agustín Mateo el hábito usó, y a la edad de 33 años a sacerdote llegó con el nombre sacerdotal de Elías del Socorro.
Y el 18 de marzo del año 1916 se ordenó. Fray Elías del Socorro Nieves por todos, reconocido.
A mucha gente ayudó. Les regalaba alimentos. En la Cañada de Caracheo y demás comunidades, a todos los visitó ayudando a los más pobres.
Era un alma de Dios. En Cañada de Caracheo le regalan un terreno. Ahí construyó un templo para oficiar las misas pa´ todos los feligreses.
La iglesia fue consagrada a la Vírgen de los Dolores. El padre Nieves, como se le conocía, trabajaba de noche y día.
La gente le ayudaba con gusto y alegría, así el tiempo transcurría.
De pronto, una época amarga para el país se venía, y aquí en Guanajuato, claro, lo resentía.
El 25 de julio del año 1926 nuevo decreto salía: la gran suspensión del culto, el gobierno los templos cerraría.
Fue en la época Cristera, la guerra se desató entre la Iglesia Católica, contra el gobierno traidor, tres años se prohibió pues ninguna misa se ofició. El padre Nieves sí cumplía con el mandato. Pero su fe sacerdotal era la de no fallar.
Él tenía que confesar y a las parejas casar, y a los recién nacidos tenía qué bautizar.
En cuevas del Cerro de Culiacán, ahí construyó su hogar, como a la muerte esperando con triste soledad.
La atención a los enfermos era su preocupación, y curar a los ancianos y darles su confesión.
Para ir a visitarlo de arriero se disfrazaba para que no lo agarraran cuando en el monte caminaba.
De los demás sacerdotes el padre Nieves fue ejemplo para que todos los fieles recibieran el sagrado sacramento.
La noche del 7 de marzo de 1928, soplaba el viento con miedo.
El padre, vestido de campesino, venía bajando del cerro, la misa había celebrado. Cuando él fue apresado por un grupo de soldados.
Pa´ pronto fue fusilado.
Y así termina la historia de un hombre noble y sufrido. En el cielo sigue activo Mateo Elías Nieves Castillo.
Fin.-