El brote de meningitis aséptica que ha puesto en jaque el sistema sanitario de Durango está todavía lejos de su final.
Desde que se detectó el primer positivo a finales de octubre, al menos 23 personas han fallecido —22 mujeres y un hombre—, y hay más de 70 pacientes contagiadas, según la Secretaría de Salud del Estado.
El origen está en un anestésico local llamado bupivacaína, que fue contaminado por un hongo en cuatro hospitales privados.
De acuerdo con expertos independientes consultados por este diario, la mortalidad de esta enfermedad puede superar el 50% de los casos, lo que significa que el número de muertes seguirá aumentando.
Las autoridades tratan ahora de identificar a cualquier persona susceptible de haberse infectado, en una carrera contrarreloj: según un estudio del Centers for disease control and prevention (CDC) de Estados Unidos, la tasa de mortalidad puede descender del 50% al 10% si el tratamiento se administra antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Irasema Kondo, secretaria de Salud de Durango, ha declarado: “Estamos citando a todas las mujeres y hombres —incluyendo niños—que estuvieron expuestos al riesgo en estos hospitales