JARAL DEL PROGRESO.- (José Almanza, El Sol).- El rollo de guayaba es uno de los postres con mayor demanda no sólo en esta ciudad, sino en todo México. Esther, fabricante de este dulce junto con su hermano y otros familiares, creaba este producto sólo para comer en casa y regalar a conocidos, después vendía uno que otro, pero al quedar viuda, fue la forma de subsistir.
En entrevista con el hermano de Esther, Luis Ortega Maciel, éste dijo que desde 1978 Esther realizaba un ‘cachito’ cada semana, pero después buscó clientes en la ciudad y en municipios aledaños como Celaya, Valle de Santiago e Irapuato y empezó a crecer la demanda, lo que hizo crecer la producción y, por consecuente, el número de empleados para poder satisfacer las necesidades.
Fue ahí cuando Don Luis tuvo que acercarse con su hermana para ayudarle, porque, a la par, también creció la competencia y varias personas también comenzaron a emprender en la producción del rollo de guayaba.
Siguió la cosa más o menos, porque era la competencia, más o menos igual. De todos modos la venta iba en aumento y nos buscamos más clientes hasta en Guadalajara, León, Irapuato, Celaya y la Ciudad de México, pero de unos años para acá, se vino todavía más competencia. Nosotros no cambiamos, seguimos sin utilizar químicos o conservadores; seguimos trabajando de manera artesanal y, gracias a Dios, seguimos vendiendo, recordó Don Luis.
Esther falleció en el 2002, “pero nosotros seguimos” y el nombre de su hermana en la tienda mantiene la tradición, ahora creando también rollo de nuez, con relleno de piñón, chile con tamarindo, de fresa, de higo, cocadas caceras, jamoncillo, garapiñados, nuez de cacahuate, almendra, ates de guayaba, membrillo, frutos rojos, perón, y en temporada también vino de frutas.
Comentó que también hay temporada de ventas y no ventas, las principales son en noviembre, diciembre y enero cuando llegan los migrantes y, aunque no se les permite pasar, se llevan los rollos de guayaba a Estados Unidos. Pero en los meses de mayo, junio y mitad de julio, cuando no se da muy bien la guayaba, desciende la producción.
El rollo de guayaba se ha convertido en un dulce tradicional que con el paso de los años ha llegado más allá del municipio, del estado y del país, encontrando su destino en varios estados como Jalisco, Michoacán, Zacatecas y la Ciudad de México, así como en el norte del país.