Por Pepe Carrillo.-
Segunda parte.-
Los de la Mueblería León, amigos de Coca Cola, instalan una casita por fuera de la Cruz Roja, gratuita y bien surtida.
Doctor Gonzalo Gutiérrez y Villafuerte Zavala.
En la primer Colecta reunida, 1,342 pesos.
Se arreglaron unas vigas, paredes y muros viejos. Ahí dieron su servicio pasantes de Medicina.
El galeno Fidel López, Pablo y Francisco Molina. Unos radioaficionados oriundos de la región le regalan a Cruz Roja un buen radio transmisor.
Patronato Jesus Zavala, en la ambulancia lo instaló, y como siempre, el maestro, su trabajo no cobró.
El predio, que aún se ubica, entre Guerrero y Allende. Ofreció una permita Efraín el Presidente.
Cruz Roja ya requería de instalaciones mejores, pasar de la Plazoleta a fraccionamiento Las Flores.
De muy buena voluntad, el señor Efraín Gutiérrez, para podernos cambiar, el plazo fueron seis meses.
Si en seis meses no había cambio, lo dijo con exigencia, el predio regresaría a ser de la Presidencia.
Rodolfo, sin perder el tiempo,, y buscar la solución, sin tener un solo peso, se inició la construcción.
Una gran idea llegó, creo que fue buena medida. El programa se llamó “Operación Hormiga”.
Cada alumno de la Escuela, un tabique regaló, y con grandes sacrificios dicha obra se inició.
Se platicó con los presidentes de Uriangato y Moroleón para que fueran conscientes y dieran su aportación.
Efraín Martínez Gutiérrez, por Moroleón, aceptó. Roberto Rosiles Pérez, de Uriangato, cooperó.
La directiva aceptó, respetando este pacto, y la ambulancia se rotuló: “Cruz Roja de Moroleón y Uriangato”.
Por eso, de ahí nació. Y ya tienen un buen rato, socorridas de Cruz Roja y Rescate de Uriangato.
Un verdadero vía crúcis comenzó para Cruz Roja. Había que juntar más lana. Estaba triste la cosa.
Diciembre, primer semana, en colecta recabada se juntan 8 mil pesos.
Con gente disciplinada se compró flamante equipo de oxígeno en 5 mil, y se debía la gasolina, también se pudo cubrir.
Se preparaba una rifa con Lotería Nacional. Cruz Roja rifaba un auto y no se pudo lograr.
Era para el 24 de diciembre, por supuesto. Como no dio resultado, se pospuso hasta febrero.
Un Safari de la Volkswagen que se pudo financiar. Se le agradece al gerente Abel Vieyra Garibay, de la Automotriz RAGASA.
Con Cruz roja cooperó, agarró varios boletos, cortésmente se portó.
Nos habla una persona que venía de Aguascalientes proponiendo a la Cruz Roja y a los moroleoneses que le mostraran un cheque para entrar a la jugada, por 90 mil pesos, y él ponía lo que faltara.
Por eso exigía el cheque, cierto no era vacilada. Él compraría la ambulancia nuevecita y equipada a inicios del 78, no se nos puede olvidar.
Cruz Roja sufrió un crisis, que ya sería renunciar. Instituciones que ayudan, se recuerdan con amor, como a don Raúl Martínez y Club Rotario Moroleón.
Había una automotriz que aún se le recuerda, ayudó mucho a Cruz Roja. Era Martínez y Cerna.
En marzo desaparecen más de 10 delegaciones. La de Moroleón aguanta, a jalones y nubarrones.
De Monterrey fue enviado, Cruz Roja no lo esperaba, un flamante donativo del sr. Leonardo Lara.
45 mil pesos. Cruz Roja no los recibió. La caja debía adeudos. Para pagar nos sirvió.
Se hicieron eventos varios, toros, bailes, charoladas.
La personas de Cruz Roja ya estaban desanimadas. “Necesitan una limpia. La Cruz Roja está embrujada”, nos decían unos amigos, pero en plan de vacilada.
Después vino la campaña Pro Cruz Roja Nacional. Un oficio de Los Pinos, del Distrito Federal, las órdenes fueron dadas y la campaña se vino.
Doña María del Carmen Romano, dama de López Portillo, también Martha Alicia Nieto, esposa del Gobernador, Luis H. Ducoing, aceptaron la decisión.
El 14, mes de abril, pro Cruz Roja Nacional: a jalar todos parejos, nadie se podía rajar.
María González de Martínez, la dama de Moroleón y la dama de Uriangato -pues también participó- de Roberto Rosiles Pérez, hombre de muy buena ley y recordando al de Yuriria, Fulgencio Rangel Juárez.
Algunos que me faltaron, no alcancé a decir sus nombres, que también participaron y dieron sus corazones.
Ahí quedan estos datos, son los que viví en Cruz Roja. Yo disfruto al recordárlos con un gusto que se antoja.
Más vale pájaro en mano, que ver un ciento volar.
Esta es tu Cruz Roja hermano, y la debes de cuidar.
Fin.-