Las avispas de distintas partes del mundo parecen estar cambiando sus hábitos y han comenzado por modificar el color de sus nidos por uno muy particular: sus nuevas casas son ahora de un sorprendente verde fluorescente.
Es el inesperado descubrimiento realizado por un grupo de científicos de diferentes nacionalidades mientras atravesaban la selva tropical del norte de Vietnam.
Los investigadores, que han publicado su hallazgo en el Journal of the Royal Society Interface, el dieron con estos particulares nidos de avispas del género Polistes mientras recorrían la zona septentrional del país asiático en busca de algún tipo de bioluminiscencia.
Allí, encontraron que los nidos de estas casas presentaban un color convencional al iluminarlas con luz blanca, pero la fluorescencia comenzaba a aparecer bajo la luz del día.
Este verdor era todavía más pronunciado por la noche bajo una linterna ultravioleta (UV), cuando el brillo podía verse a 20 metros de distancia.
Constatado este fenómeno, ahora los científicos intentan hallar una explicación a este fenómeno.
Entre las posibilidades que barajan, se encuentra la opción de que se trate de una técnica de camuflaje de los nidos, para mimetizarse con las hojas del entorno.
Una alternativa es que obedezca a una necesidad de fotoprotección, puesto que, durante su metamorfosis, la frecuente división celular hace que los tejidos de las larvas sean especialmente vulnerables.
Otra explicación para estos nidos fluorescentes es que tengan una función de señalización para facilitar el reconocimiento de los nidos y distinguirlos de las colonias vecinas.