(Nota de yosoitu.com).- Hace unas cuantas semanas llegó a VIX (streaming TelevisaUnivisión) la serie de «La Doña», que asegura ser una investigación periodística con testimonios de las personas más cercanas a María Félix, incluyendo a su heredero, Luis Martínez de Anda . En realidad no me lo parece, es una historia llena de lugares comunes que si la viera «La Doña» se volvería a morir.
A lo largo de ocho capítulos se narra la vida de María en su natal Sonora, desde el inicio se ve que hay recursos y se logra una buena ambientación. Lo que es lamentable es el pésimo trabajo de dirección a lo largo de toda la serie, pues es claro que María Félix a muy corta edad, de niña y a los quince años, no hablaba con ese tonito de carácter y algo agresivo con el que la conocemos hoy a través de sus videos. De una niña normal a cambiar por los golpes que le va dando la vida.
Si bien seguramente la Félix fue una niña adelantada a su época, no creo que con escasos años tomara una pistola y amenazara a un sacerdote que quería abusar de ella, como lo retratan en la serie.
Sin nada nuevo que contar, a lo largo de la historia, no hay grandes revelaciones. Es sabido que desde pequeña María tenía un gran cariño por su hermano Pablo, dicen que estaban enamorados, como se ha contado infinidad de veces y esta fue la razón por la que a él lo mandan a una escuela militar y a ella la alejan de él.
FOTO: TOMADA DE IG @sandraecheverriaoficial
NINGUNA LE LLEGA A LA DOÑA
De las varias actrices que interpretan a María Félix a lo largo de su vida en la serie, ninguna da el tono. Es claro que hay una mala dirección escénica, a veces logran darle acento y tono al personaje y en escenas o capítulos subsecuentes se desdibujan totalmente. Sandra Echeverría en momentos lo hace muy bien, pero en otros es débil y sin matices. Ya ni decir del maquillaje a veces muy cargado y otras no tanto, mientras que el famoso lunar a veces aparece y otras casi ni ve. Pelucas exageradas y accesorios que a leguas se ven falsos.
FOTO: TOMADA DE IG @sandraecheverriaoficial
MARÍA BONITA Y SU HISTORIA CON LARA
Exagerado y nada original el romance de con Agustín Lara, lleno de lugares comunes y nada creíbles… Lara cantándole a «La Doña» en la playa de Acapulco: «Acuérdate de Acapulco, María Bonita, María del alma…». Y si bien Lara era un tipo feo o poco agraciado físicamente, era un hombre con una gran personalidad que fue lo que la enamoró. En el caso del actor que lo interpreta, ni una cosa, ni la otra.
MÁS AMORES DE LA DOÑA
El primero, padre de su hijo Enrique, no fue lo que ella esperaba. Cuentan que vivió un infierno y el matrimonio duró poco tiempo. Con él, fue con quien tuvo a su único hijo, Quique. La serie no habla del matrimonio de María con Raúl Pardo, vocalista del trío Los Calaveras. Cuentan que María nunca lo quiso reconocer, pero una buena biografía no debía omitirlo.
La antipatía entre ella y Jorge Negrete era evidente cuando se conocieron. La serie retrata a un Negrete con poca personalidad, de quien cuentan era serio y de mal carácter, nada que ver con este personaje que parece más un Pedro Infante. Nuevamente un anécdota conocido de María cuando le preguntan por Negrete: «Cómo crees que me va a gustar un pelado, grosero, engreído como ese, tengo mejores». Y por supuesto lo que le respondió a Negrete cuando le dijo que era mala actriz y que con quién se había acostado para lograr el personaje: «Y usted con quién se acostó para que le dieran el estelar».
ESTEREOTIPOS DE LOS PERSONAJES
Resulta gracioso como buscaron estereotipar a los personajes con actores de poca personalidad. A Emilio «El Indio» Fernández, sentado con una botella de tequila en la mano, un recurso muy barato. A Gabriel Figueroa agarrando una servilleta y cortándola para enmarcar los ojos de María. Ni siquiera la productora e hija de Pedro Armendáriz, logró un buen actor para encarnar a su padre. Todos se hablan con apodos «Indio», «Doña», «Flaco». Y tienen que ver a Diego Rivera y Frida Kahlo, es una pena ver que la pintora parece más la India Yuridia. De Enrique Álvarez Félix, mejor ni hablamos. El mejor logrado es el personaje de Ernesto Alonso, buen actor, a quien al final le ponen una peluca de cabello blanco con la que parece Geppetto.