VALLE DE SANTIAGO.- Madre de familia vallense sufre por haber perdido su casa cuando fue arrojada del inmueble con sus hijos de 11 y 6 años.
La señora Azucena Chacón González señala que con el producto de trabajo logró hacerse de su casa, calle Albino García número 37 treinta y siete, zona centro de esta ciudad.
En la que vivió en compañía de su marido y su suegro; de la compraventa de esa casa la señora cuenta con escrituras debidamente notariadas.
La señora Azucena Chacón González denuncia que tras sufrir ella y sus hijos maltrato emocional y psicológico por parte de su suegro Juan Carlos Guzmán, ella decidió acudir ante las autoridades por lo que el señor Guzmán voluntariamente se salió de la casa en donde vivía en carácter de préstamo.
¡Cuál sería la sorpresa de la señora Azucena que el señor Guzmán la demandó por despojo! Esto con el fin de quitarle la casa que con tanto esfuerzo logro y que constituye el único patrimonio de ella y de sus tres hijos; después de años de lucha legal fue lanzada de su casa por orden del Juez Civil de la ciudad de Valle de Santiago, Guanajuato, en el expediente número 81/2018.
No obstante loanterior ha luchado mucho por recuperar su hogar, pues dice que lo que le hicieron no es más que un atropello y una verdadera injusticia pues ella tiene escrituras y jamás despojó a su suegro de algo que ni siquiera es de él.
La señora Azucena dice que ahora, gracias a la Justicia Federal ve un rayito luz y de esperanza pues hace unos días recibió la noticia de que la titular del Juzgado Noveno de Distrito en el Estado de Guanajuato, la Jueza Karla María Macías Lovera, en el expediente 693/2020, ha dictado una resolución donde la justicia ampara a la señora Azucena Chacón González para que la regrese a vivir a su casa.
Pues la jueza federal declaró que el juez local de Valle de Santiago se extralimitó en su actuación sacándola de su casa con todo y sus criaturas, aunque dice que está muy preocupada, pues sabe que su suegro no se va a quedar de brazos cruzados y que junto a su abogado ya han promovido la revisión de esa resolución que la favorece.
Ella sabe que tanto su suegro como el abogado han hecho presunción de que tiene familiares dentro del Poder Judicial de la Federación.
La señora ahora tiene además de sus hijos de once y seis años, un bebé de brazos, y desde que fue desalojada injustamente de su casa, ha vivido con familiares y amigos que amablemente la han apoyado. Ahora está viviendo en una casa prestada per afligida, dice que ya le han pedido la casa y que no sabe qué hacer ni a dónde va a ir ahora con sus pequeños hijos.
Se siente vulnerable, incomprendida y no entiende cómo es posible que el propio abuelo de sus hijos los haya echado a la calle sin tener derecho e inclusive cuando el señor ha cometido actos de violencia en contra de los niños y que inclusive denunciará como delito.
Pero confía en que los Magistrados de los Tribunales Colegiados de Materia Civil del Décimo Sexto Circuito van a resolver de manera justa y legal, y sobre todo, confía en la palabra del Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, don Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, que ha prometido Justicia imparcial y cero tolerancia a la corrupción a favor de la sociedad.
Pues ella comenta llorando: “No pido más que justicia para mi familia y para mí. Es mi casa, el único patrimonio que tengo para mis hijos, el único hogar que con tanto esfuerzo hemos formado y me lo están quitando, dejándonos en la calle. Solamente pido que se haga justicia”.