YURIRIA.- Mal y de malas para la fiesta de Casacuarán de este 25 de enero.
La fiesta iba todo iba normal, y muy a gusto participando.
Pero ya en en la noche cuando estaba tocando un grupo musical en el jardín, la gente bailaba y bebía de felicidad, todos muy contentos, después de tres años que no había nada por la inseguridad.
Sin embargo, ye repente, entre la multitud, llegó una muchacha alterada diciendo que acababa de «ver gente armada que pasaron en camionetas por una de las calles aledañas al jardín ¡y se desató el pánico!
Un gritadero, y todo mundo juntado sus cosas para irse corriendo a sus casas, por unas y otras calles, las cercanas y las lajena.
Así que de un momento a otro la fiesta se acabó y el pueblo de Casacuarán se convirtió en un pueblo fantasma, como los años anteriores.
El miedo volvió a opacar la fiesta.
Al final la Policía no se pudo confirmar la presencia de gente armada. Todo se miraba en orden, sólo el pánico entre la gente.
Llegaron más fuerzas del orden para apoyar, estuvieron presentes para que vieran que nada pasaba. Pero no fue suficiente para eliminar el miedo.