VALLE DE SANTIAGO.- Un caso por demás especial fue el que se registró en el Hospital Bicentenario de esta ciudad.
Una señora fue atendida de parto. Se le dieron todas las atenciones, y finalmente el parto resultó todo un éxito, pues había nacido una niña sin complicaciones.
Sin embargo a los dos o tres días, la mujer parturienta se salió del Hospital. Nadie supo en qué momento se retiró y dejó a la criatura.
Hubo confusión y zozobra entre el personal médico y de intendencia, puesto que la niña estaba completamente sola.
Las enfermeras de todos modos continuaron cuidándola, al igual que los médicos y personal, pero bajo la interrogante de por qué se había ido la madre.
Así estuvieron pasando días, sin que ella se presentara a recoger a la niña, mientras que esta crecía en plena forma.
Tras buscar a la madre o a sus parientes, se tardaron en encontrar por lo menos a una hermana, al parecer tía de la menor.
Y fue así como se la entregaron, pero médicos y enfermeras ya se habían encariñado de la criatura.
En esos días le llevaron entre todos, cobijitas, ropa, juguetes, y diariamente pasaban a saludarla y abrazarla. Hoy, la extrañan mucho, dicen.