En las relaciones humanas, lo más común es que un hombre y una mujer se hacen novios, andan juntos un rato, y luego se casan… Habiendo niños de por medio si es necesario (cosa que ya no es una obligación y las nuevas generaciones no quieren tener latosos chiquillos, así que se la llevan mejor sin ellos)… Aún con que todo está escrito y se practica el amor y el matrimonio, en la vida diaria suceden casos en los que «te vas
para atrás» al ver los diferentes casos extraordinarios que suelen ocurrir… Y en los cuales los protagonistas ven las cosas como muy naturales, a pesar del asombro que causan a propios y extraños… Tenemos el caso de Martha Alejandra, una joven que fue hija única… Tuvo el privilegio de no tener pinches hermanos con
quién pelearse y que la regañaran a partir de la adolescencia… Tampoco tuvo hermanos con quién pelearse, y quienes por lo general tratan de «enseñarle» a la hermana modales y formas de ser…. Así que vivió una infancia feliz rodeada de su padre y su madre… Bueno, era un padre ejemplar, trabajador, sin vicios (cosa por demás extraña), y con mucho ánimo para orientar a su hijita, llevarla a pasear con la esposa, hasta el jardín
principal e ir a misa cada domingo, sin falta, así como el día de la Vírgen de Guadalupe, como así se llamaba la mamá (hoy, que en paz descanse)… Creció y fue buen alumna en primaria, secundaria y preparatoria… Ahí empezaron los problemas, justo en el nivel Prepa, que es cuando las ganas internas de muchachos y
muchachas se alteran… (bueno, en aquél tiempo, porque hoy en día ya desde la secundaria andan que no caben en experimentar sensaciones)… Total que un día conoció a un muchacho de su edad, el cual era vecino de aquí mismo, de Jaral del Progreso… Y bueno, pasó lo normal, se hicieron novios… Anduvieron
como tales durante un año… .Y pues finalmente, se echaron lo que se tenían que echar, y con eso, no había pretexto para no casarse… Los hicieron que se casaran por las dos leyes, Civil y Religioso… Todo se miraba bien, sobre todo viendo que ella tenía un carácter muy tranquilo y sin alteraciones… Mientras tanto, el
muchacho, se miraba medio alocado, muy ocurrente, a veces prepotente y haciéndose el chistoso… Cosa que le caía bien a la señora mamá, porque hasta la hacía reir con sus babosadas… Se quedaron a vivir en casa de ellos, los papás, aprovechando que no había más hijos… El señor tenía una tienda de abarrotes, y pues de ahí salía para el diario de comer y vestir… El joven trabajaba de cobrador en la empresa Flecha
Amarilla, por lo cual diario salía de la casa para ir a ver qué autobús le tocaba para trabajar… Pero esta rutina hizo que el novio, ahora esposo, decidiera que lo mejor era irse a vivir a Irapuato, en donde estaban sus padres…. Así que un día se fueron, los papás de ella se quedaron solos… Ni modo, así es la vida, nunca se sabe qué cosas depara el futuro… Y… pues resulta que ya estando viviendo allá, empezaron los problemas…
Martha Alejandra pudo darse cuenta de que este cabrón de su marido tenía otra mujer… Al investigar más, ella se dio cuenta que el cambio de ciudad había sido por la cuestión de dicha vieja con la que andaba Mario… No hay secreto que no se sepa, se dice, y a pesar de estar en otro pueblo, la esposa se pudo dar
cuenta de todo… Así que empezaron las cosas mal (¿o normal?)… reclamando ella al marido el de que por qué tenía otra mujer, y que desde cuándo la tenía… Y ya te imaginas la serie de problemas, aunque al final de cuentas no pasaban a mayores porque Martha Alejandra quería mucho a su Mario, y le tuvo que perdonar todo, ya que además, no se quería regresar a Jaral, ante el temor de que sus padres le preguntaran que por
qué se regresaba sola… Aguantó… Tuvieron un hijo… Y ni así se remediaron las cosas… Pero un día ella se armó de valor, mandó a la chingada al Mario y empezó a trabajar junto con una amiga, con la cual se apoyó mutuamente para cuidar a sus respectivos niños… Había terminado con Mario, y juró que nunca más lo
volviera a ver, y menos juntarse de nuevo con él… Eso decía, porque al año siguiente, este wey fue a verla, y a base de palabras y besitos la convenció un día que fue a verla, para que volvieran…. Ese mismo día tuvieron relacione setsuales, en señal de arrepentimiento y de renovación del amor… Con dos días de junta, ella se quedó embarazada… Y a los dos meses, tras darse cuenta, Mario la volvió a dejar… ¡Viejo méndigo!
decían las amigas… Haber dejado a la esposa de nuevo, y dejándola «panzona» -se oye mal, pero así se dice cuando hay coraje… Mientras tanto aquél amigo se había conseguido otra mujer, y con esa tuvo también un niño…. ¡Vaya!, malditos contribuyentes a la especie humana, pero sin responder… Pasaron un dos años y
medio, y ahora resulta que esta tonta ya volvió con él, estuvieron en la casa 5 días, ¡y ya la embarazó otra vez!.. Pero ahora él ya se fue de nuevo…¡En que cabeza de mujer cabe el ser tan tonta!… Mario la fue a
visitar y le había dicho que se peleó «con la otra», y que le diera chance de quedarse…. ¡Y esta tonta hasta se dejó embarazar de nuevo!… ¿Eso es amor del bueno?… Vaya tontería… Ahora ella tiene tres chiquillos, y sigue trabajando como madre soltera!!!!s