VALLE DE SANTIAGO.- Un 19 de marzo del año 1989 se funda el Heroico Cuerpo de Bomberos en Valle de Santiago cumpliendo ya 35 años de arduo trabajo desde su fundación.
El primer vehículo donado a esta institución voluntariado fue por el señor Manuel Granados Enríquez QEPD quien tuvo la visión y convicción de tener una unidad para el cuerpo de bomberos en esta ciudad.
No fue sino que hasta que el Lic. Héctor Francia Martínez QEPD donó el terreno a la estación de bomberos donde actualmente se encuentran instalados y que en aquellos tiempos era una estación de policía.
Los años pasaron y la ardua labor y valiosa acción de los bomberos fue creciendo hasta ganarse el cariño de los ciudadanos Vallenses.
Otro de los presidentes bienhechores que pasaran a la historia por su apoyo a esta institución fue el ex presidente también ya fallecido Juan Gerardo Martínez Moreno quien modernizó, el tedificio donde se ubica la estación de Bomberos.
Poco a poco se fue haciendo de más vehículos, cisternas y ambulancias una de ellas donada por el también fallecido Juan Cárdenas Orozco.
Fernando Arredondo y Polo Torres también apoyaron con esta institución aumentando la planilla de personal asalariado los cuales trabajaban ya las 24 horas al servicio de la ciudadanía obteniendo una remuneración.
En el trienio de Manuel Granados Guzmán y dos trienios más a la fecha de Alanis lamentablemente bajaron considerablemente los apoyos a esta institución, a esto pero aumentaron en un alto porcentaje los servicios a la ciudadanía haciendo ya insuficientes los recursos y a casi no poder dar los servicios a la ciudadanía.
Sin embargo, el cuerpo de bomberos se mantiene en pie y con orgullo comandado por Martín Gómez Zamora quien sigue trabajando en muchas ocasiones con muchas limitantes y siempre han estado allí para auxiliar a la ciudadanía los 365 días del año, no solo apagando incendios sino rescatando personas y
trasladando heridos en las ambulancias siendo ya los principales paramédicos de esta ciudad.
Por ello, es que la ciudadanía le reconoce el esfuerzo, el trabajo, la dedicación y la entrega, pues en muchas de las ocasiones, ponen en riesgo su vida para salvar la de los demás.
Por todo ello, no podemos menos que felicitar de manera cordial y atenta a nuestros heroicos apagafuegos.