La Administración Municipal de Beatriz Hernández Cruz (2018-2021) fue mal vista desde el principio, incluso por propios militantes de Morena, a donde llegó señalada como arribista y trepadora, luego de más de 30 años de militancia panista en su hoja de vida.
Por: Mtro. Manuel Delgado.-
Su actitud, con careta afable pero falaz, frente al espejo, no la convencía ni a ella misma. Siempre evidenciando su gusto por la buena vida y la parafernalia, lo primero que hizo al llegar al Gobierno Municipal fue adquirir una camioneta Suburban blindada de más de un millón y medio de pesos, lucir vestidos de marca y acudir a los mejores lugares durante sus periodos vacacionales.
Reverenciada por su séquito, le hacían creer que era la mejor alcaldesa del estado y que gobernaría tres años más. Su directora de Comunicación Social, Luz Alfaro, quien sabía endulzarle el oído, pero nada conocía de manejo de medios, era el artífice de vestirla con el traje invisible de la reina -evocando al escritor danés Hans Christian Andersen-, con el que a diario se vestía.
Ya se le conocía su ambición por el poder y por el dinero: Cuentan quienes la conocen que, desde antes y luego en los inicios de su vida política, en las fiestas del círculo
social, regularmente al final del convite y luego de la sobremesa, tenía la costumbre de llevarse lo que quedará, ya fueran servilletas, decoraciones u otros utensilios.
El postulado del presidente Andrés Manuel López Obrador de “No robar, no mentir y no traicionar” y de su partido, en el que militó más por avidez de poder que por convicción, fueron sólo una fachada para acceder a las arcas municipales y despacharse sin ningún contrapeso al interior del Ayuntamiento.
Ahora, ya alejada de la política a la que tal vez no pueda regresar, se le finca el cargo de mal manejo de 200 millones de pesos durante su administración.
Luego de darle celeridad al proceso de entrega recepción se abrió la “caja de pandora” y deberá a la Auditoría Superior del Estado realizar una acuciosa investigación para aclarar una posible malversación de recursos, donde puede haber más sorpresas.
Lo que Bety, como le placía la llamaran, quiso esconder con una frustrada reelección y que se detectó inevitablemente en esta revisión inicial fueron adjudicaciones directas, contratos simulados y en otros casos otorgados sin justificación, sin comprobación y sin garantía.
Con la entrega recepción que se aprobó en sesión del Ayuntamiento celebrada con el inicio de semana, la Comisión de Hacienda detectó en el dictamen el contrato otorgado a la empresa Resguardo de Seguridad Privada Corporativo Sagitario S.A. de C.V., por 20 millones 624 mil 877 pesos para custodiar a la entonces alcaldesa Beatriz Hernández Cruz, así como la renta de armamento a una empresa privada, acción que prohíbe la Sedena.
A la empresa VISE S.A. de C.V., se le otorgaron 16 contratos en adjudicación directa por un total de 19 millones 227 mil 66.78 pesos, sin la justificación de mercado requerida fue el único proveedor de transporte y maquila de asfalto que tuvo el Municipio.
En el rubro de obra pública se detectó el pago a sobre costo de 33 proyectos ejecutivos por 32 millones de pesos; conceptos contratados y pagados sin pruebas de ejecución; obras sin actas de entrega recepción y daños por vicios ocultos, que superan los 24 millones de pesos de daño al erario.
El alcalde César Prieto, se cura en salud y firme en dar cumplimiento a los postulados de la 4T advierte que no se busca la venganza “…creemos, sabemos y entendemos la molestia que existe cuando, de manera evidente no vemos que el recurso va a donde se tiene que destinar y, al contrario, va a otros lugares que no son los adecuados y en ese sentido nuestra propuesta y determinación es transparentar todo”.
El dictamen aprobado en el Ayuntamiento ahora se enviará al Congreso local y se deberá dar vista a la Contraloría Municipal para que investigue y en su caso se persigan las posibles faltas administrativas cometidas.
Me llega al cierre de esta columna un déjà vu político: La misma historia de siempre…. Felices fiestas.