Guanajuato.- (correo).- Para la familia de Ana Jiménez, el coronavirus les ha marcado la vida de una manera muy drástica, luego de que todos en su casa se contagiaran y su padre muriera a los pocos días de haber sido ingresado al hospital, de donde ya no salió, nunca más lo volvió a ver y lo último que recibió de parte de los médicos fue la terrible notica de su fallecimiento, además de una urna con sus cenizas.
Ana cuenta que al estar todos contagiados de Covid-19 ha sido muy duro vivir el duelo de la muerte de su padre ya que han tenido que estar pendientes de su mamá, quien también enfermó y debido a lo delicado de su salud no le podían dar la noticia de que su compañero de vida se había ido sin decir adiós.
Situación de la que, aunque dolorosa para Ana y sus hermanos, tenían que contener sus lágrimas para no estallar en llanto frente a su mamá, ya que ella sabía que el amor de su vida seguía intubado y por ello no podía hablar con él, pero lo cierto es que a más de dos semanas de que el patriarca había fallecido, sus cenizas estaban guardadas, escondidas en un rincón de la casa en donde la esposa no las encontrara.
Gastos médicos sin tregua
A parte del sufrimiento emocional que ha vivido la familia de Ana, se han tenido que enfrentar a la dura realidad de buscar dinero como puedan para costear las medicinas que a decir de su experiencia no son baratas, obtener el oxígeno que requieren para poder respirar y que también se ha vuelto difícil de conseguir, además de buscar dinero para pagar la renta, comer y sobrevivir a la situación.
Y es que Ana comenta que estando todos contagiados se han aislado y no han podido trabajar en el negocio familiar, que es prácticamente su único sustento.