URIANGATO.- El comercio de ropa en la localidad ha llegado a su más bajo nivel durante esta temporada de vacaciones escolares, que viene en conjunto con la Semana Santa.
«De plano, uno no quiere ni abrir el local o la tienda, pero se aferra uno por necesidad a mantener abierto «para ver si algo cae», dice uno de los comerciantes que durante estos días mantuvo abierto su espacio.
Y no cayó «ni una mosca». Ni una prenda s vendió durante las dos últimas semanas de marzo, que es cuando cayó la Semana Santa y la de Pascua.
Así las cosas, los comerciantes de ropa y a su vez también los productores, están resintiendo una de las peores temporadas en lo que va de los últimos años.
«No hay nada, sólo ver pasar la poca gente que camina por las calles de la zona de comercio, la Leovino Zavala, y las intermedias, hasta llegar al triángulo en Moroleón».
Durante ese tiempo sólo han probado «el aguante», porque los ahorros se acaban, si es que los hay. Y tienen que seguir aguntando pues no hay de otra.