Por más que pasen los años, y las generaciones, pero digamos de los años 60’s para adelante, las cosas siguen igual entre un hombre y un mujer, que son novios, se quieren mucho, se calientan igualmente, y al final deciden casarse… En aquellos años era porque tenían que unirse en matrimonio porque ya la habían
regado, no había información en concreto sobre cómo evitar el embarazo y a las muchachas no se les decía, para que no dieran las «nailon» en forma gratuita… la única forma de tener relaciones sexuales era casándose, a webo… Y pues ai tienen que con el tiempo se fue quitando esto, por la misma necesidad de
que las mujeres jóvenes y jovencitas, lo que ya querían era tener acción, lo cual los hombres jóvenes ya disfrutaban, haciendo sexo sin el menor recato… Así que la misma sociedad, las mismas mujeres empezaron a reclamar sus derechos para poder votar, para poder trabajar, para poder sus tiempos libres para dar la vuelta, estar con las amigas en los domicilios, para tener uno u otros novios -no nada más uno, a webo-, y
así se fueron liberando hasta llegar a estos tiempos en que ya hacen lo mismo las muchachas que los muchachos… Además de que ya se avanzó, porque las muchachas de estos nuestros tiempos de ahora, ya pueden tener relaciones con algún amigo o con un novio y otro, pero además si quieren, pueden tener hijos, y si no, ni madres… Está aumentando el número de muchachas que tienen relaciones, pero no son tontas,
evitan el embarazo de una y otra forma… Además, las nuevas parejas de casados, especialmente ellas, declaran formalmente a sus padres, que no van a tener hijos… «Ai que tengan las tontas que así lo quieran», nosotros no… Así pues nos encontramos con el caso de Marco Antonio, el cual se casó por las tres leyes, y eran muy felices en aquellos años de 1984 al 1988… Es lo que dura bien y tranquilos, más o menos, una
pareja de casados… Ya luego salen las diferencias con más intensidad, y salen los problemas… Puede ser que sea antes de esos cuatro años de vida matrimonial ya hayan empezado a tener grillas o líos, sobre todo si la novia, ahora esposa, se sigue frecuentando con sus pinches padres, quienes le dan consejos malos, en vez de orientarla a que tengan una vida feliz, y chida… Y no digo en mala onda que «pinches padres», no,
sino que es el novio o al revés, quienes así viven, quejándose de los -ahí sí-, pinches suegros… Los suegros sí, a todo mundo le caen mal por metiches, o simplemente por estar opinando sobre la bonita vida en matrimonio… Veamos el caso de una pareja matrimonial en donde sucede más o menos lo mismo que en
todas las parejas… Que cuando Toño se casó, justamente por las tres leyes, la vida en matrimonio comenzó a cambiar cuando la esposa empezó a exigirle más dinero de lo que Toño ganaba… El decía que recibía un
sueldo con el cual alcanzaba para lo del chivo de cada semana… Además de alguna prenda de vestir de vez en cuando… Sin embargo, y ante la presión Toño tuvo que buscar la manera de tener otro trabajo, para que alcanzara el gasto familiar… Así que por la mañana se echaba sus 8 horas en la empresa, y por las tardes hacindo trabajos dentro del hogar… Bueno, se supone que con esto ya le alcanzaría para sacar adelante la
familia, pero sobre todo para que la mujer ya no estuviera jodiendo con sus reclamos… Pero tal parece que nada de esto pasó, puesto que al inicio, la esposa dejó de reclamar más dinero… Ya había otro ingreso… Sin embargo, y como es común, no se sabe en qué chingaos gastan el dinero las esposas, madres o queridas,
porque otra vez quieren más, y más, y siempre salen con lo mismo de que no les alcanza, de que tuvieron que pagar cosas extras… Llegas a la conclusión de que si entregas digamos, en forma imaginativa, que empezaste dándole 100 por semana… y a los dos años, no pos que no alcanza… Le subes a 150… Ella ya no
repara en un tiempo, pero a los 6 meses, dice otra vez, que ya no le alcanza… Subes a 200, y crees que con eso se acabó la pinche lata de que «es que no me alcanza»… Pero falso, sigue pasando lo mismo, y si no le paras en los 200, llegarás a los 250… Así que mi Toño, se te recomienda que ya no trabajes más de la cuenta
y dile sencillamente:»Si no te alcanza, pues ai a ver cómo le haces, pero te tiene que alcanzar»… «Uh, diría alguno por ahí, si hago eso, a lo mejor la mujer se busca un amigo extra para que le alcance»… Y te recomiedan que evites eso… Creo que lo adecuado es que aguantes vara, y si no hay para más, pues ni modo… Y si la mujer se sale a buscar alguien con quién echarse un clavado y obtener así un dinero extra,
pues ya ni modo… Pero es que, si no hay, pues no hay ¡y ya!… Me cai… Para evitar estos problemas lo que están haciendo los nuevos jóvenes es que desde novios y en el matrimonio, que trabajen los dos… Así, tú como hombre no desconfiarás pensando que ella «las anda dando», y al contrario, también ella no tiene qué pensar que tienes una víctima amorosa….