Los habitantes de las comunidades del municipio de Valle de Santiago agradecen a las autoridades de Alejandro Alanís, que hayan eliminado los retenes que se instalaban en las entradas de la ciudad; ahora ya se circula sin miedo a ser detenido por Tránsito.
Explican que durante la administración pasada fueron tres años difíciles y angustiantes, ya que Tránsito Municipal y la policía intalaban los retenes más que nada para extorsionar a los conductores, sobre todo a los de origen campesino.
El señor Lázaro Cárdenas, vecino de Charco de Pantoja dijo a Día 7 que bueno que ya no hay retenes, desde que empezó esta nueva administración municipal.
«Ya no hay retenes. Ahora sí verificamos, pero ya no con lo drástico que eran cuando estaban.
«Nos revisaban la verificación, y si no la traías nos decian pues échale y échale la mordida.»
Agrega el señor Cárdenas que en muchas ocasiones «los policías les «sembraban» droga, por lo que aparte de pagar una «mordida» por no traer la verificación, había que darles 1,500 pesos por lo menos, para que no nos acusaran de presuntos narcomenudistas».
Así estuvieron durante casi tres años, señala.