Entre los mandos policíacos en la entidad persiste el malestar por la actuación de la Guardia Nacional, ya que “no están trabajando al parejo con Seguridad Pública”.
En pláticas amistosas refieren que el personal de la Guardia trabaja, según han visto, seis horas al día, divididas en en dos más dos más horas, al día.
En la mañana almuerzan en su base, salen a hacer recorridos por las calles de las ciudades.
Luego regresan a la base a la hora de la comida, donde les sirven muy bien.
Vuelven a dar otro recorrido, y regresan a cenar. En las noches, no tan tarde, a veces dan un tercer recorrido.
Esto mientras que los patrulleros de Seguridad Pública tienen que estar trabajando durante todo el turno, y en la mañana tienen que pagar sus almuerzos en cualquier puesto de tacos o gorditas.
No regresan a la base, salvo órdenes específicas. Y en la noche igual tienen que pagar sus alimentos en la calles. Los recorridos son constantes y a toda hora, en cualquier condición.
Por eso la misma ciudadanía ve con extrañeza que los elementos de la Guardia “sólo hacen recorridos”, pero no funciones como las que hacen los policías, que son más sufridos.